Netflix dispara las nuevas altas en territorios en los que intenta atajar las cuentas compartidas
Casi seis millones de clientes nuevos frente a una previsión del mercado de poco más de un millón componen el resultado más visible de la estrategia de Netflix para convertir al pago a usuarios que venían consumiendo gratis sus contenidos. El llamado paid sharing ya está vigente en más de 100 países que representan más del 80% de la facturación de la compañía y en todas las regiones las altas están superando a las cancelaciones, con ingresos superiores a los generados antes de su lanzamiento. Solo en EEUU y Canadá, el mercado doméstico y más rentable para el gigante del streaming, la adición de usuarios fue de 1,17 millones, una suma inédita en los últimos dos años que avala las estimaciones previas de Antenna.
El éxito de la medida, que se extenderá en los próximos meses a los países en los que aún no ha empezado a funcionar, supera las expectativas internas y es el gran protagonista de los resultados del segundo trimestre de Netflix. Y su aportación es citada en ellos como uno de los motores del incremento de ingresos en cerca de un 3%, hasta los 8.187 millones de dólares. Esa facturación suplementaria ayudó a elevar el beneficio operativo hasta los 1.827 millones, un 16%, con un beneficio neto que creció en un 3% para alcanzar los 1.488 millones.
En esos números aún no se puede ver un impacto “material” de la versión con anuncios en el contexto de todo su negocio, según indica la compañía. De momento, el porcentaje de usuarios que ha optado por esa modalidad es pequeño en relación con el global, que a cierre del periodo de referencia superaban los 238 millones, pero crece a buen ritmo. A mediados de mayo, más de cinco millones de usuarios habían escogido esa alternativa, que ya estaba absorbiendo en torno al 25% de las nuevas altas.
Y precisamente para impulsar ese plan, Netflix ha retirado para nuevos clientes su opción más barata sin publicidad, el plan Básico, tanto en EEUU como en Reino Unido. La compañía ya había hecho lo mismo en Canadá y la decisión va en consonancia con el hecho de que los usuarios estadounidenses que han escogido ver anuncios ya generan en promedio más ingresos que aquellos que venían pagando lo mínimo para no hacerlo.
En el trimestre clave del desarrollo de esa estrategia en EEUU el gigante del streaming ha conseguido casi seis millones de nuevos clientes en total.
El movimiento forma parte de una estrategia en la que la publicidad va adquiriendo cada vez más importancia para Netflix, como demuestra el hecho de que su acuerdo con Microsoft esté ya supeditado a los plazos en los que la compañía sea capaz de desarrollar o comprar su propia tecnología publicitaria. La previsión interna para este año con ese negocio alcanza los 3.000 millones de dólares, en torno al 10% de la facturación total que anticipa.
