Agencias de Medios opta por el diálogo para mejorar la gestión de la publicidad institucional
Objetivos similares pero vías de actuación diferentes. Si bien La FEDE -asociación que agrupa a la mayoría de agencias de medios nacionales- anunció ayer la intención de denunciar ante Europa la gestión de la publicidad institucional que está llevando a cabo el Gobierno central; hoy la Asociación Agencias de Medios -que representa las entidades de capital extranjero- prefiere optar por la vía del diálogo con las administraciones públicas.
En un comunicado, Agencias de Medios -que representa a 16 asociados que gestionan el 80% de la inversión publicitaria en nuestro país- manifiesta su vocación de «continuar y progresar en el diálogo con la Secretaria de Estado de Comunicación, interrumpida por la marcha de Charo González Escudero y la pandemia». González Escudero dejó la Administración Central en junio de 2019.
Ante la amenaza de demanda de La FEDE al Gobierno, la asociación Agencias de Medios manifiesta su vocación de «continuar y progresar en el diálogo con la Secretaria de Estado de Comunicación».
La FEDE, que representa a las agencias de publicidad nacionales, denunció en su comunicado haber intentado reunirse con los responsables de la publicidad de la Administración en el Ministerio de Presidencia desde hace meses, sin recibir siquiera respuesta. Algo que no había ocurrido con el Gobierno anterior, señalan.
Ambos comunicados de las asociaciones de agencias de medios llegan poco después de que el Gobierno decretara la vía de urgencia para tramitar el próximo acuerdo marco publicitario, que está previsto que entre en vigor el próximo 1 de marzo; y diera a conocer sus pliegos.
Sobre ello, la presidenta de La FEDE-Agencias de España (integrada en La FEDE), Córdoba Ruiz, afirma que “no es de recibo que el concurso de mayor monto de la Administración y con una duración de cuatro años se tramite por procedimiento de urgencia cuando había una fecha bien conocida de caducidad para el anterior”. Para esta sección de La FEDE, «no hay tiempo material» para preparar una oferta correctamente (el concurso de convocó el 18 de enero y el plazo finaliza el 3 de febrero).
Además de ello, La FEDE también ha expresado su protesta porque los pliegos del acuerdo marco dejan abierta la posibilidad de que haya ofertas de remuneración al 0% de comisión y por el hecho de tener que asegurar unos precios para un periodo de hasta cuatro años.
Para mejorar estos pliegos, desde la asociación Agencias de Medios dicen haber estado colaborando desde hace cinco años con la Dirección General de Comunicación del Gobierno para que “consiguieran proporcionar objetividad en la selección de las empresas ganadoras, eficacia en los resultados de la inversión y transparencia en la evaluación de los resultados”, según manifiesta Leo Farache, director general de la entidad.
La Asociación de Agencias de Medios proporcionó a la Secretaria de Estado de Comunicación algunas claves que han permitido corregir algunos errores dentro de la elaboración de esos pliegos. “Pero queda mucho por hacer. La Administración necesita interlocutores que entiendan la industria publicitaria y normas que no se impongan para combatir el sentido común. Los españoles queremos que el dinero público sea bien administrado. Para que la inversión en publicidad sea eficaz la norma no debe ser ni el motivo ni la coartada para crear ingeniería que permite ganar concursos, pero no estar al servicio de los intereses de los ciudadanos. En nuestros documentos para la Administración demostramos evidentes lagunas en el planteamiento, en los resultados y en la posterior evaluación. Los continuos cambios de interlocutores, así como los diferentes criterios entre ministerios impiden avanzar al ritmo deseable. Creemos que sería deseable que de una vez por todas que este tema se zanjara con dedicación y sentido común”, sostiene Farache.
Con este fin, AM se ha vuelto a poner en contacto con la Secretaria de Estado de Comunicación para volver a retomar las conversaciones e intentar que el diálogo sea el instrumento que sirva para corregir una situación con la que el conjunto de la industria no se siente conforme.