Los ingresos de Cannes Lions crecieron un 7% a pesar de la reducción de asistentes y las críticas
La última edición de Cannes Lions se desarrolló en unas condiciones más sobrias de lo normal. Volvió a ser la fiesta del mundo publicitario, pero los organizadores contabilizaron uno de los índices de asistencia más bajo de los últimos años. Una circunstancia que Martin Sorrell no dejó escapar al declarar que «con las oportunidades y desafíos que tiene por delante la industria, este no es el ambiente adecuado”. Pese a esta supuesta falta de interés, el festival creció.
El propietario del evento, Ascential, asegura en su informe de resultados semestrales que los ingresos generados por Cannes Lions crecieron un 7% con respecto a los del año pasado. Alcanzaron los 62,9 millones de libras a pesar de haber registrado «una ligera reducción en el volumen de entradas de premios y delegados».
De hecho, la diáspora protagonizada por algunas de las principales agencias fue compensada por la participación de empresas tecnológicas y nuevas plataformas, como Facebook, Google o Snapchat. Según detalla el informe, la venta de paquetes premium y los servicios de valor agregado también contribuyeron a mejorar la actividad económica del festival.
Los ingresos del evento se repartieron de la siguiente manera: los pases para asistentes reportaron el 42% de la recaudación, las presentaciones de premios el 41% y el patrocinio de asociaciones y digitales el 15%.
Ascential calcula que este año asistieron alrededor de 10.000 personal al festival de creatividad, 2.000 menos que en las últimas ediciones. Bien es cierto que se emitieron 41.170 entradas, frente a las 43.101 del año pasado. Con todo, la organización sostiene que aunque las entradas pueden varias de un año para otro, «la tendencias generales se mantienen sin cambios».
Cabe recordar que Cannes Lions tan sólo llevaba unos días de celebración cuando Publicis Groupe comunicó su intención no participar en ningún festival ni premio durante el próximo año para ahorrar costes. Pero además Sorrell se encargó de avivar el fuego de este anuncio añadiendo que «Cannes no es el lugar más barato del mundo en junio».
Para evitar que estas declaraciones tuvieran posibles replicas, la organización corrió a anunciar la creación de un comité consultivo de cara a replantear las futuras ediciones del festival. Tratarán por un lado de reconectar con los intereses de la industria y de eliminar la fama de caro que lo envuelve.
