Plataformas streaming

Los principales servicios de streaming forman un lobby para defender sus intereses en EEUU

| 28 SEPTIEMBRE 2023

El aumento progresivo de la presión regulatoria sobre las plataformas de vídeo bajo demanda ha derivado en la formación de un grupo que reúne a casi todos los grandes actores del sector. Este nuevo colectivo se llama Streaming Innovation Alliance (SIA) e incluye a Netflix, Disney (Disney+, ESPN+, Hulu), Warner Bros. Discovery (Max, Discovery+) o Comcast (Peacock), entre otros. Tiene al frente a los expolíticos Fred Upton (Partido Republicano) y Mignon Clyburn (Partido Demócrata), siendo este último expresidente interino del organismo clave para regular el sector, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).

Según avanza Axios, la nueva asociación surge en parte por el impulso de Charles Rivkin, actual presidente de la Motion Picture Association (MPA), el grupo que tradicionalmente representa los intereses de los estudios cinematográficos más grandes de Hollywood. Los principales miembros de SIA son igualmente partícipes de esa alianza, que en los últimos días ha alcanzado un principio de acuerdo con los guionistas para detener una huelga que sobre todo presionaba por obtener mejores condiciones para ese gremio por su trabajo en el streaming. De momento sigue adelante el paro de los actores por motivos similares.

Sin embargo, SIA no cuenta con dos servicios que están ganando cada vez más influencia en el sector y mayor aceptación entre el público, y cuya compra de derechos deportivos está ayudando a acelerar la fuga de clientes de la televisión por cable. Amazon y Apple no forman parte de la alineación de salida de este colectivo, una actitud que se corresponde con el hecho de que el streaming no es su actividad esencial y ni siquiera será una pata determinante de sus ingresos a corto plazo, sino más bien una palanca para impulsar su negocio principal.

Entre los retos que tiene por delante esta nueva asociación está eximir a las compañías de streaming ante la eventual aprobación del proyecto de ley sobre seguridad infantil (KOSA), que se presentó a principios de año en el Congreso. Ese texto abarca tanto lo publicado en redes sociales como en los servicios de vídeo bajo demanda agrupados en SIA, lo que puede suponer para estos últimos un problema. Además, hay otros frentes regulatorios en el horizonte derivados de la caída de consumo de televisión tradicional y por cable en EEUU ante al auge del streaming, especialmente en torno a las emisiones locales.

Precisamente SIA surge poco después de que propietarios de más de 600 estaciones de televisión local se hayan agrupado en Coalition for Local News para intentar forzar un cambio legal en la forma en la que se fijan acuerdos entre servicios de streaming y medios de ese tipo. La regulación federal vigente permite que las plataformas negocien con los propietarios de las redes televisivas en lugar de con los dueños de sus integrantes.