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Ramón Ollé (JAZZ): «La única diferencia real entre agencias es el equipo que tienes»

| 5 DICIEMBRE 2016 | ACTUALIZADO: 5 DICIEMBRE 2016 0:05

Ramón Ollé fundó hace casi un año -en enero de 2016- la agencia JAZZ, especializada en la construcción de marcas. Procedía de grandes multinacionales publicitarias, en las que ocupó puestos de responsabilidad.

Justo antes de iniciar su nueva aventura, Ollé el era el director de Planificación Estratégica de Grey España, que dejó tras la llegada de Javier Suso a la dirección de la agencia creativa de WPP, en un proceso en el que también salieron otros directivos relevantes como Roberto Sánchez Simón o Mario Ponce. Antes estuvo en Tapsa, agencia en la que fue director de Planificación durante seis años y, posteriormente, otros dos años en APG España.

Después de solo un año en funcionamiento, JAZZ ha tenido un crecimiento muy prometedor. La firma posee dos sedes en nuestro país: una en Madrid y otra en Barcelona, aunque trabajan para clientes de toda España. Entre ellos, destacan Zumosol, Canon, Ron Ritual, LoMonaco, Primaflor, Holaluz, Ulabox, Bodegas Faustino o Baxi. Incluso, ya ha habido tiempo para la internacionalización, y la firma también ha realizado algún proyecto en Singapur.

Actualmente, ya son un total de 12 profesionales, entre los que hay estrategas de marcas, expertos en digital, diseñadores, creadores de contenidos… Incluso, Ramón Ollé señala en declaraciones a DIRCOMFIDENCIAL que el año que viene podría consolidar el equipo con alguna incorporación más. Y es que -precisa el directivo- «hemos ido creciendo cada trimestre desde que iniciamos el proyecto y, por suerte, todos nuestros clientes seguirán en 2017 con nosotros. Incluso, nos planteamos otros mercados de la mano de proyectos que estamos haciendo», desvela Ollé.

Precisamente, en un contexto en el que la competencia en el sector es cada vez mayor, Ollé sostiene que el elemento diferenciador de su agencia más relevante son los profesionales con los que cuenta. «Lo que aprendes con los años en este sector es que la única diferencia real entre agencias es el equipo que tienes, las ganas que le pones y lo flexible que puedes llegar a ser con tu estructura», señala Ollé. «En nuestro caso, posiblemente tengamos una orientación adicional a la innovación y la estrategia por nuestro pasado como planners y una mezcla de perfiles menos habituales en agencias tradicionales».

Ramón Ollé, socio fundador de JAZZ.
Ramón Ollé, socio fundador de JAZZ.

En este sentido, la llegada progresiva de nuevos actores al sector del marketing y la comunicación, como son las grandes consultoras multinacionales, tipo Accenture o Deloitte; o agencias de comunicación tradicionales; no es visto como una amenaza por el fundador de JAZZ. «Vivimos una transformación apasionante del sector. Hay mucho talento que sale de las multinacionales y monta sus proyectos, o trabaja de freelance o entra en estructuras mucho más flexibles. La verdadera integración es la colaboración. Ser capaz de poder encajar en equipos creados para proyectos concretos con diferentes visiones», explica Ollé.

Además, -enfatiza- «cada vez hay más clientes que buscan ese talento allí donde esté, sin importarles demasiado si tienes oficina en Nueva York o si tu agencia en Londres gana premios, porque lo que verdaderamente importa es quien viene a darme ideas buenas cada día«.

No parece, por tanto, que Ramón Ollé eche de menos su pasado en grandes agencias multinacionales. De hecho, reconoce que este «ha sido el mejor año de mi carrera profesional». «No sólo por la cantidad de proyectos diferentes que hemos trabajado, sino por los diferentes profesionales con los que hemos ido coincidiendo. Se han superado con creces mis expectativas, en todos los sentidos».

Aun así, se muestra agradecido tras su paso por agencias como Grey o Tapsa. «De cada agencia en la que he estado me he llevado grandes aprendizajes y forman una parte importante de tu desarrollo profesional. Cuando empiezas le das mucha importancia a la parte técnica, pero cuando tienes tu propio proyecto te das cuenta de que lo único que se puede copiar es el ADN cultural«. No obstante, Ollé considera que «conseguir que la gente se apasione por lo que hace, que fluya el equipo, poder elegir con quien trabajas y marcar un estilo propio según tu manera de entender la profesión es muy difícil en una multinacional.

«Hemos ido creciendo cada trimestre desde que iniciamos el proyecto y, por suerte, todos nuestros clientes seguirán en 2017 con nosotros».

Sobre el futuro del sector en el que trabaja y, en particular, acerca del papel que jugarán las agencias a corto plazo, Ollé opina que «serán más colaborativas, más flexibles, menos jerárquicas y, sobre todo, dejarán de llamar ‘creativos’ a una parte de sus equipos para pasar a llamar ‘creadores’ a todos aquellos que participen de un proceso de construcción de una marca. Porque hoy en día una agencia necesita diseñadores, programadores, investigadores, estrategas… y todos crean ideas en equipo para poder conectar con el consumidor».

Respecto a los nubarrones que se ciernen sobre la publicidad hoy en día, como es el caso de las pobres tasas de viewability, las problemas con la medición, la falta de transparencia o el fraude publicitario; el fundador y máximo dirigente de JAZZ cree que todo ello se puede solventar «teniendo buenas ideas y generando contenidos de calidad, que a la gente le apetezca ver, compartir, hablar de ello. Proponiendo marcas con propósitos interesantes que aporten valor cultural, más allá del funcional. Durante un tiempo hemos pensado en nuestro trabajo como una manera de acercar gente a las marcas. Hoy va de acercar las marcas a lo que le interesa a la gente».