Martin Sorrell, presidente de S4 Capital.

Sorrell acusa un recorte del 64% en su sueldo por la depreciación de WPP

| 15 MARZO 2018 | ACTUALIZADO: 16 MARZO 2018 9:28

Brillante y polémico a partes iguales, Martin Sorrell es el encargado de marcar el compás del mundo publicitario con sus frecuentes declaraciones. El CEO de WPP es el primer interesado en que el mercado evolucione favorablemente, dado que sus emolumentos están íntimamente ligados a la cotización en Bolsa de la multinacional.

“2017 no fue un año bonito. Me siento avergonzado por no haber cumplido con las previsiones en los últimos tres trimestres” comentaba hace unas semanas Sorrell en la presentación de los resultados económicos de WPP. Es por ello que, como fruto de esta correlación, el sueldo del primer espada se vio claramente resentido.

Por un lado, acusó la marcha de la compañía, que creció en plano tras caer un 0,3% en ingresos, y la presión del grupo de accionista en contra de su sistema de remuneración LEAP (“leadership equity acquisition plan”).

Según informa Bloomberg, el CEO de 73 años recibirá una bonificación de 16,9 millones de euros por su gestión al frente del conglomerado publicitario. Esto es, un 64% menos que en 2016, cuando ganó 46,9 millones de euros; y casi un 80% por debajo de la cifra de 2015, año en el que se embolsó 77 millones.

Este recorte se debe principalmente a la eliminación progresiva del plan de incentivos que tenía suscrito con la compañía y que le ha reportado más de 250 millones de euros en los últimos seis años. En 2017 se implantó un programa menos lucrativo, basado en un sistema de rendimiento compartido.

El CEO de WPP ha ganado 250 millones de dólares en los últimos seis años.

Este plan se puso en marcha, precisamente, a raíz de que el 21,3% de los inversores votaran en contra del paquete salarial de Sorrell. Aún así, un accionista crítico reconoce a Bloomberg que, aunque menor, la millonaria retribución de Sorrell demuestra «que había algo mal en el plan original».

En este sentido, el ejecutivo ha notado en su bolsillo el duro correctivo que ha sufrido la compañía en Bolsa, donde ha perdido más de un cuarto de su valor en el último año. Entre las posibles explicaciones a este descalabro se encontraría el estancamiento del negocio, que ha afectado a los grandes holdings y no tiene visos de prosperar en el corto plazo.

Otra de las causas sería el fuerte ahorro en agencias de anunciantes como Unilever y P&G, así como la desintermediación promovida por el duopolio de Google y Facebook o el empuje de consultoras como Deloitte o Accenture.