Un juez determina que Google ha mantenido un monopolio en búsquedas y publicidad digital en texto en EEUU
La demanda antimonopolio presentada por el Departamento de Justicia del Gobierno de EEUU en 2020 contra Google ha desembocado en una decisión histórica. El juez federal Amit Mehta ha fallado contra el gigante tecnológico por considerar que ha mantenido un monopolio ilegal en el ámbito de las búsquedas, con derivada importante en la publicidad digital en texto asociada a ellas.
Según su argumentación, Google habría creado barreras artificiales impotantes para evitar la entrada de otros competidores en el sector y además habría orquestado un sistema circular que ha consolidado su predominio. Y en base a eso cree probado que ha violado la sección 2 de la Ley Sherman, uno de los pilares de la legislación antimonopolio estadounidense.
La cuestión clave en la decisión es la estrategia que ha seguido la compañía para hacer que su buscador sea omnipresente en dispositivos móviles. El juez señala en una sentencia de 286 páginas que los acuerdos de exclusividad firmados con fabricantes de dispositivos que utilizan Android e iOS son esenciales para entender el comportamiento anticompetencia de Google.
Sobre todo en el último caso, con un trato valorado en unos 20.000 millones de dólares en 2022 para establecer el buscador como el predefinido en los aparatos de Apple. Esa cifra emergió durante las vistas del caso, primero como simple estimación de «miles de millones» según el testimonio de ejecutivos de la compañía creadora del iPhone, y después más aproximada por revelación accidental de un testigo de Google.
En concreto en su intervención indicó que el gigante de las búsquedas paga a Apple un 36% de lo que factura en publicidad digital asociada a las búsquedas en esos dispositivos. La cifra general permanece subsumida en las cuentas de ambas compañías, pero la acusación indicó en el proceso que para mayo de 2021 Google ya estaba pagando 1.000 millones de dólares cada mes por obtener ese estatus de buscador predefinido a Apple.
Ese monopolio en búsquedas se cifra en alrededor de un 90% del mercado y en torno al 50% de las que se realizan en EEUU se hacen en dispositivos con cuyos fabricantes hay acuerdos ilegales. Esa estimación del juez se sustancia en que el 28% provienen de Apple, el 19% se origina en creadores de dispositivos que utilizan Android y operadores de conectividad, y el 2% restante se concentra en navegadores.
En total, y con el concurso de Chrome, prácticamente el 70% de las búsquedas de Google en EEUU se realizan en entornos donde es el buscador predefinido. Y como consecuencia el juez cree que el gigante tecnológico ha operado como monopolio en publicidad digital en texto que aparece junto a esos resultados. Pero también señala en este caso la existencia de competencia de publicidad en Amazon o redes sociales.
Este fallo tendrá continuidad en una nueva sentencia que tiene que establecer la sanción y/o medidas que Google tendrá que aplicar para subsanar la situación, que pueden incluir incluso la segregación forzosa de la compañía. Y además, el predominio de la tecnología publicitaria de la compañía es el protagonista de la siguiente demanda antimonopolio en EEUU, un proceso cuyo inicio está previsto para septiembre.