Viejas glorias: dejen paso

| 5 ABRIL 2016 | ACTUALIZADO: 28 JUNIO 2023 14:37

Mucho se habla en los últimos días sobre el cada vez más cercano adiós de alguno de los CEO de importantes grupos publicitarios como WPP y Publicis. Parece que los primeros en el disparadero son Maurice Lèvy y Martin Sorrell. Curiosamente ambos llevan unos días cruzándose ataques personales a través de los medios. No parece una buena manera de despedirse de un negocio que tanto les dio. Ellos verán.

Lo que me llama la atención es que no cunda el ejemplo en nuestra querida España, donde algunos siguen acoplados en sus despachos. Todos querríamos ser eternos e inmortales, pero la realidad es que todos (sí, todos) somos mortales y, por tanto, sustituibles y prescindibles.

No seré yo quien diga a nadie cuándo debe quedarse o irse de su poltrona, pero dejar paso a otros suele ser un gesto que debería tomarse con normalidad democrática. En el mercado publicitario español seguimos teniendo “viejas glorias” que parecen empeñadas en no irse ni con agua caliente. Lo han ganado todo y posiblemente lo que yo haría en su lugar es tener un buen retiro en la Costa del Sol.

Es España quedan pocas viejas glorias para seguir con una renovación generacional muy necesaria. Coincidí con algunos de ellos en saraos varios y festivales creativos, cuando todos teníamos una piel tersa y suave. La realidad es que ahora somos un poco pasas y no podemos disimular el paso del tiempo ni con doce capas de maquillaje. Hasta Fernando Ocaña (ex Tapsa) se dio cuenta de que es mejor dejar paso cuando los años no perdonan.

«No seré yo quien diga a nadie cuándo debe quedarse o irse de su poltrona, pero dejar paso a otros suele ser un gesto que debería tomarse con normalidad democrática».

Siempre he entendido que todos queramos morir (profesionalmente) con las botas puestas. Pero también es de sentido común que ha que buscarse un buen relevo (un delfín), alguien al que hemos formado para que esté en condiciones de sustituirnos con absoluta normalidad.

Es curioso que algunos históricos de la profesión sigan aferrándose al poder, cuando ya se les ha pasado el arroz… y la revolución digital. A veces es un poco vergonzoso cruzarse con ellos en el Festival Cannes Lions y verles vestidos como si fueran creatas progres. En realidad parecen más bien jubilatas de Benicasim.

Respeto las canas. Soy partidario de que cada uno elija su final profesional cuando le salga de las narices. Faltaría más. Pero en algunos casos sospecho que el ego es más grande que la generosidad para apartarse y dejar paso.

Cuestión de humildad y generosidad.