WPP prevé terminar el año con caída de ingresos tras el batacazo del segundo trimestre en China
La previsión para 2024 de WPP era modesta antes de la presentación de los resultados del segundo trimestre (aumento de ingresos con costes transferidos ya registrados del 0% al 1%) pero ya ha pasado al decrecimiento. El gigante publicitario contempla ahora una evolución de entre -1% y 0%, especialmente debido al impacto de su debacle en China.
Allí ha registrado un 24% menos de ingresos respecto a los obtenidos en 2023 debido a pérdidas significativas de clientes, que además se unen a un contexto macroeconómico global complejo. Esas circunstancias lastran las cuentas procedentes de la región a pesar de que en India el negocio ha mejorado algo más de un 9%.
El escenario no es propicio para WPP y eso explica que en los últimos meses la plantilla se haya reducido en más de 3.000 personas, hasta los 111.000 empleados al cierre del periodo de referencia desde los más de 114.000 a finales de diciembre. Durante estos meses de reestructuraciones la compañía ha emprendido fusiones y simplificaciones, como las de VML y Burson en GroupM.
También ayuda a entender por qué WPP ha comprometido la venta de sus participaciones como accionista mayoritario de la consultora de comunicaciones FGS Global a KKR, entre otras cosas accionista de referencia de Axel Springer. En esa operación lo previsto es que ingrese algo más de 600 millones de libras después de impuestos (algo menos de 1.200 millones de euros).
En total, la compañía facturó en el periodo de referencia algo más de 7.200 millones de dólares, apenas seis más que en 2023, aunque el beneficio operativo creció en un 38% hasta los 423 millones. En el detalle WPP muestra mejoras en sectores como el de la automoción, estabilidad en el de la tecnología y pérdidas de clientes en los de salud y comercio minorista.
Por ello, ha lanzado en los últimos tiempos varias iniciativas para mejorar la atracción de clientes y la venta cruzada a los actuales. Un acuerdo con Nvidia le permitirá crear escenarios y experiencias 3D para clientes mediante inteligencia artificial, mientras que un nuevo servicio de Ogilvy le abre las puertas a la gestión de crisis de reputación de marca con influencers.
