«Hemos sido nuestro peor enemigo al anunciar la muerte del papel»
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La prensa de papel ha muerto. «¡Larga vida al papel!». Este epitafio podría servir de resumen de la última del programa del Foro de la Comunicación, que estuvo dedicada a la situación de los periódicos y las revistas en el contexto actual, que cabalga entre una digitalización obligada y una crisis con efectos muy nocivos sobre el papel.
Para analizar este asunto, los micrófonos de DIRCOMFIDENCIAL contaron con la presencia de Fernando de Yarza, presidente de Henneo y de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA); Andrés Rodríguez, presidente de SpainMedia, editora responsable de las revistas Forbes y Tapas; y Nuria Catalá, directora de Negociación y Compra en Equmedia.
Los expertos que participaron en el programa presentado por Gonzalo Bans destacaron que el mercado sigue reservando un lugar propio a las publicaciones impresas. Menos predominante que hace una década, pero relevante desde varias perspectivas. Empezando por la de muchos editores, que entienden el papel como un valor de marca y, más importante aún, como una importante fuente de ingresos. «Hay periódicos para los que el papel sigue pesando más que digital y son un pilar muy importante, y por mucho que caiga lo seguirá siendo», destacó Yarza.
Como representante de los editores de prensa a nivel mundial, reconoció la contradicción de un sector que, al menos en España, ha apuntado en contra de sus intereses más de una vez. «Recuerdo hace poco al presidente del mayor grupo de prensa de este país anunciando la muerte del papel. No me imagino a Ana Patricia Botín o a Carlos Torres diciendo que la banca comercial está muerta. Quizá hemos sido nuestros peores enemigos, porque hemos fomentado una situación que no obedecía a la realidad».
Sin obviar todo el negocio que ha perdido la prensa por el camino desde la primera crisis de 2008, va perdiendo partidarios la tesis que apunta a su desaparición total. «Lo que tenemos es un problema de negocio importante, relacionado con la expresión atómica de la cultura digital, que nos tiene a todos borrachos de tecnologías que tenemos que utilizar en nuestro propio favor», teorizó Rodríguez.
Aunque para el responsable de Forbes España y Tapas Magazine, la digitalización permite que una marca mantenga un comunicación constante, hay que encontrar el modelo de gestionar cada canal de la forma más eficiente y rentable posible.
«Hay periódicos para los que el papel sigue pesando más que digital y son un pilar muy importante, y por mucho que caiga lo seguirá siendo».
A esta situación no ha ayudado la pandemia, que ha supuesto graves problemas en la distribución de las publicaciones además de una caída publicitaria a tumba abierta. No obstante, incluso en un año tan ‘horribilis’ como 2020 se aprecian algunos brotes verdes. Tal y como expuso Yarza, «hemos recuperado la confianza de los lectores hacia las legacy brands para volver a buscar información fiable, las plataformas empiezan a dar signos de pagar por contenidos y vemos modelos de suscripción que ya empiezan a alcanzar cifras algo dignas. Ha sido un año desastroso pero con algunos elementos que hacen ser moderadamente optimistas de cara al futuro inmediato».
En esta línea, Catalá apuntó que el papel mantiene el atractivo para muchos anunciantes que piden estar ahí. «Frente a la demonización de la publicidad en papel, estamos encontrándonos un fenómenos de que la gente está volviendo, porque esos atributos no te los da digital», aseguró Yarza durante la entrevista.