La desescalada en Vocento: sin visitas y prioridad al teletrabajo hasta septiembre
El estado de alarma ha dejado vacías la mayoría de redacciones durante casi tres meses. Pero una vez superada la peor parte de la pandemia toca preparar la vuelta de periodistas y el resto del personal. Retorno que será gradual y bajo estrictas medidas de control y seguridad.
Uno de los grupos de comunicación que ya tiene definido su plan de desescalada es Vocento, que el próximo 9 de junio celebrará su junta general de accionistas en un formato no presencial.
La editora de ABC ha diseñado un protocolo para recuperar su ritmo de trabajo. El documento parte como situación de arranque del ERTE que afecta a las distintas empresas del grupo para determinar las condiciones en las que se llevará a cabo la reincorporación.
El protocolo establecido por Vocento se compone de dos fases, según consta en el documento consultado por este medio. En la primera de ellas (Fase A) se seguirá priorizando el teletrabajo hasta el próximo 31 de agosto. Como norma, todas las personas que estén trabajando en remoto continuarán haciéndolo de forma obligatoria, salvo casos excepcionales que deberán contar con autorización previa de recursos humanos.
Además de las habituales medidas adoptadas en la mayoría de empresas, como por ejemplo implementar una frecuente higienización y desinfección de los espacios de trabajo, durante la Fase A no se admitirán visitas de proveedores (excepto vending y de mantenimiento), clientes ni personas externas a la empresa, «salvo que sean críticos para el desarrollo de la actividad».
También se cancelarán las jornadas de formación presencial y los eventos internos que supongan concentraciones. En cuanto a los viajes nacionales e internacionales, estarán sujetos a autorización.
Algunas de estas medidas se relajaran con la Fase B, prevista para septiembre. A partir de este mes se intentará recuperar la normalidad de forma escalonada limitando la ocupación de los edificios. Cabe recordar que Vocento estrenará nuevo cuartel general en el número 40bis de la calle Josefa Valcárcel. La mudanza se iba a producir esta primavera pero la irrupción del coronavirus obligó a retrasar los plazos.
Para facilitar la organización y evitar aglomeraciones habrá flexibilidad en el horario de entrada y las reuniones no podrán exceder el 50% del aforo de la sala. Comenzarán a celebrarse eventos siguiendo las instrucciones dadas por las autoridades.
