Foto: Elena Hidalgo

La polarización, el odio en redes o el cuestionamiento de la credibilidad, entre las amenazas que sufren periodistas

| 22 ABRIL 2022 | ACTUALIZADO: 25 ABRIL 2022 8:10

El Periodismo es un oficio constantemente expuesto a múltiples amenazas. Al tradicional obstáculo de la libertad periodística o la precariedad, se suman otros nuevos a consecuencia del actual escenario político o el surgimiento de nuevos actores y canales en el entorno comunicativo

Estos desafíos fueron ayer analizados por seis reconocidas periodistas de diversos medios de comunicación, en el evento organizado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en la Asociación de la Prensa de Madrid, moderado por Raquel Pérez Ejerique, directora de informativos de À Punt. 

Las informadoras coincidieron en la necesidad de no ceder ante las numerosas amenazas que irrumpen en la profesión y de poner en valor el sentido del trabajo periodístico. La directora de Informativos de Canal Sur, Carmen Torres, señaló que “el Periodismo es un ejercicio colectivo, y tenemos la responsabilidad y deber de defender una parcela, que no es nuestra, es un derecho de los ciudadanos de estar informados”. Por su parte, Gema Robles, directora de El Periódico de España, indicó que “somos portadores de un derecho de otros. Por eso es importante tener formación y contrastar información. Debemos adaptarnos al contexto, no ceder, y asegurar la solvencia de los medios de comunicación”. 

El clima político actual centró la mayor parte de la sesión. Para Concha Pombo, directora de Información y Documentación de la Corporación de Radio y Televisión de Galicia, “la polarización tiene un efecto sobre los periodistas, pone en riesgo la imparcialidad. Además, hay muchos comunicadores digitales, que no periodistas, que actúan a veces de manera seudonimizada, que cargan contra posiciones contrarias”. 

En este sentido, la periodista de El País y presidenta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios, Anabel Díez, criticó la presencia de adversarios que “no están por la labor de dialogar y que su objetivo es enredar y malmeter”, y señaló que, en este contexto, es frecuente que los periodistas afronten presiones políticas y empresariales como, por ejemplo, “la amenaza de ‘voy a llamar a tu jefe’. Ha habido jefes que se muestran sensibles a los cantos de poder y aquí en medio está el periodista”.

El alto perjuicio de cuestionar la credibilidad periodística.

En la era de la información, en el que cada día emergen nuevos comunicadores anónimos difundiendo mensajes por redes sociales, los profesionales recomiendan recurrir a la calidad y rigor que caracterizan el Periodismo y recuerdan que cuestionar la credibilidad de los medios serios comporta un alto impacto reputacional sobre el oficio. Carmen Torres defiende que “este linchamiento de la credibilidad es una de las principales amenazas, que provoca un descrédito de nuestro trabajo. Los estudiantes tienen una animadversión hacia los medios, algo que nos hace mucho daño”. 

Las periodistas también criticaron a las organizaciones que evitan la presencia física de medios de comunicación en el lugar de los hechos para cubrir noticias; ensalzaron el papel de las televisiones autonómicas para acercar la información de proximidad a los ciudadanos y reconocieron haber sufrido miedo ante presiones.