La suscripción digital no basta para corregir la situación de la prensa estadounidense
Al parecer, el aumento de suscripciones digitales que registraron muchos medios estadounidenses tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha resultado insuficiente después de todo.
Los resultados financieros hechos públicos por algunos de los medios de referencia en Estados Unidos certifican que, efectivamente, en los meses siguientes a la victoria de Trump crecieron exponencialmente las suscripciones digitales. Por ejemplo, The New York Times, que fue el principal beneficiado en esta ola de captación, aumentó en más de 500.000 su número de suscripciones digitales en 2016, lo que supuso un crecimiento del 47% con respecto al año anterior.
Por su parte, The Wall Streeet Journal sumó más de 150.000 suscripciones tras las elecciones presidenciales, cifra que supuso aumentar un 23% su volumen total; mientras que The Chicago Tribune afloró 100.000 (+76%). Todo estos datos han sido auditados por la AAM, una organización encargada de verificar las cifras de circulación.
Sin embargo, al igual que la publicidad digital, donde su crecimiento sostenido no termina de compensar las pérdidas abiertas en el papel, las ganancias reportadas por estos nuevos lectores no se ha traducido en un crecimiento en la circulación de la industria. Según un análisis del Pew Research Center a partir de los datos recabados por la AAM, la circulación semanal total de los diarios estadounidenses -tanto impresos como digitales- descendió un 8% en 2016. Se alarga por tanto una secuencia de descensos que acumula ya 28 años consecutivos.
Por soporte, la circulación en ediciones impresas anotó una bajada del 10% entre semana y del 9% en los dominicales. En cambio, las ediciones digitales registraron un descenso del 1% de lunes a viernes, pero subió un punto los domingos. En total, la difusión de periódicos estadounidenses en papel cayó hasta los 35 millones de ejemplares entre semana, mientras que la de los domingos se quedó en los 38 millones.
Es más complicado llevar una evaluación actualizada de la circulación digital, toda vez que los tres diarios principales no informan habitualmente de sus datos a la AAM. No en vano, tomando como referencia las cifras proporcionadas por las cabeceras en sus respectivos informes, esta organización estima que la difusión en Internet ha caído en torno a un 4% durante la semana.
Estos descensos coinciden con la caída de dos dígitos en los ingresos por publicidad, que según el citado análisis fue más pronunciada que en años anteriores. En concreto, la inversión publicitaria de 2016 fue un 10% menor a la de 2015, frente a la disminución del 8% registrada en 2015.
Más acusada todavía fue la pérdida en los ingresos por circulación, que en apenas cuatro años han paso de los 10.400 millones de dólares (2012) a los 10.900 millones recaudados en 2015 y 2016.
Todo lo anterior reafirma el momento de transición que atraviesa actualmente el sector de la prensa escrita, en tanto que la partida que aumenta por un lado es descompensada por la caída de otra magnitud. En el caso de The New York Times, acumula varios años con descensos destacados en los ingresos por publicidad, los cuales no se terminan de compensar con, por ejemplo, los aumentos en la cifra de circulación.
