Londres rinde un homenaje “sobrio y emocionante” al exilio español ante la tumba de Chaves Nogales

| 13 NOVIEMBRE 2019 | ACTUALIZADO: 13 NOVIEMBRE 2019 1:01

El Instituto Cervantes de Londres homenajeó hoy al exilio español ante la tumba del periodista y escritor exiliado Manuel Chaves Nogales. El acto, presidido por el embajador de España en Londres, Carlos Bastarreche, tuvo lugar en el cementerio de North Sheen, y contó con la participación de uno de los diez nietos de Chaves Nogales, Antony Jones, en representación de Pilar Chaves (la hija mayor y única sobreviviente de los cuatro hijos de Chaves Nogales), y de otros descendientes del célebre exiliado sevillano, así como del escritor Andrés Trapiello, entre otros nombres del mundo de la cultura.

En el homenaje se leyeron fragmentos del propio Chaves Nogales y diversos textos escritos para la ocasión. El acto concluyó con la colocación de una corona de flores sobre la tumba del escritor sevillano y un minuto de silencio en memoria de los exiliados españoles. “Los mejores valores de nuestra España democrática” “El acto ha sido muy sobrio, como debía ser, pero es un día muy emocionante para todos. Hemos tenido oportunidad de honrar a un exiliado eminente como es Manuel Chaves Nogales, una voz de enorme peso moral en nuestro convulso S. XX, y con él a todos nuestros exiliados en Reino Unido”, afirma Ignacio Peyró, director del Instituto Cervantes de Londres.

Este homenaje forma parte del programa monográfico ​Cielos tan distintos a los suyos que rinde homenaje al 80 aniversario del exilio republicano español y está organizado por el Instituto Cervantes de Londres, con el apoyo de las Consejerías de Cultura y Asuntos Científicos y de Educación de la Embajada de España en Reino Unido y la Comisión para la Conmemoración del 80 Aniversario del Exilio, entre otras instituciones españolas y británicas.

“Chaves Nogales encarna los mejores valores de nuestra España democrática. Y por eso es de justicia que, en el 80 aniversario del Exilio republicano, y en el 75 aniversario de su muerte, nos hayamos reunido ante su tumba para rendirle el homenaje debido a él y a todos los exiliados”, señaló el embajador Bastarreche en su intervención. Desde la llegada del erasmista Antonio del Corro en el siglo XVI, Londres ha acogido a numerosos españoles exiliados.

Si en el XIX llegaron a tierras inglesas nombres como Agustín Argüelles, Espronceda o Alcalá Galiano, en el siglo XX, con la Guerra Civil, llegarían, según citó Bastarreche, “intelectuales como Madariaga, Castillejo o Martínez Nadal, poetas como Cernuda, editores como Joan Gili; Mari Pepa Colomer, pionera barcelonesa de la aviación o escritores como Arturo Barea y el propio Chaves Nogales”. Por eso el Instituto Cervantes de Londres ha decidido sumarse a las conmemoraciones del exilio que han tenido lugar también en otras ciudades como París, Argel o Moscú.

El acto de hoy, de hecho, ha continuado los trabajos desarrollados para conmemorar el exilio desde 2018, entre ellos la entrega del archivo de Arturo Barea a la biblioteca Bodleiana de Oxford, la exposición sobre Chaves Nogales organizada en Europe House en el mes de febrero, la conferencia en homenaje a los llamados “niños vascos” del 37 o la coedición del libro ​Rutas del exilio español en Londres .

Prólogo de ‘A sangre y fuego’ El director del Cervantes Theatre en Londres, Jorge de Juan, leyó en español el prólogo del libro ​A sangre y fuego de Chaves Nogales, mientras que Candela Gómez hizo lo propio en inglés. Los relatos que componen este libro, redactados entre 1936 y 1937, fueron publicados inicialmente en varias revistas internacionales, y retratan distintos sucesos de la Guerra Civil que el propio Chaves Nogales conoció directamente.

“Cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho verídico; cada uno de sus héroes tiene una existencia real y una personalidad auténtica”, explica en el prólogo del libro Chaves Nogales, quien como director del periódico​Ahora permaneció en Madrid desde el inicio de la guerra hasta finales de 1936, cuando el gobierno de la República se traslada a Valencia y él decide exiliarse. Chaves Nogales moriría en Londres en 1944, con la pena, por él mismo confesada, de no ver el fin de la Segunda Guerra Mundial y la derrota del nazismo. Defender la democracia, la verdad y la convivencia “En representación de toda su familia, y particularmente de su hija Pilar Chaves, es emocionante participar en este homenaje a todos los exiliados españoles y especialmente al gran periodista y escritor, nuestro “​pater familias”, Manuel Chaves Nogales”, explicó su nieto Antony Jones.

“A veces se podría pensar que estamos viviendo momentos en que predomina la propaganda, el uso de etiquetas o eslogans, la disminución de valores democráticos y una falta de comprensión que nos podría incluso llevar a una fractura democrática de nuestra sociedad europea. En una época aún más revuelta y enfrentada, Chaves Nogales seguía su oficio de andar y contar luchando con las mejores armas inventadas en el mundo, su pluma y su máquina de escribir, su lucidez, visión internacional y compromiso con la democracia y la verdad. Una lucha que le trajo a este lugar pero que, a pesar de una pequeña interrupción de unos cincuenta años, no terminó aquí”, subrayó su nieto.

Antony Jones recalcó cómo su abuelo nunca quiso ser protagonista, por lo cual este homenaje le hubiera hecho sentirse “extraño o incluso incómodo”, de ahí que vea conveniente recapitular desde la propia obra ​A Sangre y Fuego ​ de Chaves Nogales, cómo su compromiso le lleva al exilio y fallecimiento en Reino Unido: “Mi única y humilde verdad era un odio insuperable a la estupidez y a la crueldad (…) idiotas y asesinos se han producido y actuado con idéntica profusión e intensidad en los dos bandos que partieron España (…) me fui, cuando tuve la íntima convicción de que todo estaba perdido (….) Yo he querido permitirme el lujo de no tener ninguna solidaridad con los asesinos. Para un español quizás sea este un lujo excesivo. Se paga caro, desde luego”.

“Ante su tumba, con la mejor lápida posible y la que refleja su oficio de andar y contar, su propia obra, creo que es un buen momento, en nombre de todos los que lo han pagado caro, de recordar todo lo que nos une y comprometernos de nuevo de defender la democracia, la verdad y la convivencia”.

En el acto, el escritor Andrés Trapiello leyó un texto escrito para la ocasión. En su opinión, “ningún escritor español ha sido más víctima de las dos Españas que Manuel Chaves Nogales. Perdió la guerra y perdió los manuales de literatura al mismo tiempo. Esas dos Españas casi lograron silenciar para siempre sus escritos, aquellos precisamente que denunciaban el horror de los totalitarismos, comunismo y fascismo, que se aprontaban a destruir Europa en la guerra más devastadora de la historia de la Humanidad, iniciada precisamente en España con la Guerra Civil más cruel de las muchas que España había conocido hasta entonces”.

Para Trapiello, la lucidez con que Chaves Nogales denunció el peligro y contó los hechos de los que fue testigo en los primeros meses de la guerra española, le “condenó durante casi setenta años al ostracismo, pero el despertar de una inmensa mayoría de lectores pertenecientes a una silenciosa y silenciada tercera España lo ha sacado del olvido y hoy Chaves Nogales es acaso la más incontestable y feliz resurrección literaria de la historia reciente de la literatura”.

El escritor defendió el homenaje de un “hombre valiente, comprometido con la verdad y los hechos, con la verdad de los hechos, en un momento en que los totalitarismos posmodernos, populismos y nacionalismos, quieren destruir de nuevo Europa y la convivencia entre ciudadanos libres e iguales, o sea, aquello que le hizo a Chaves salir de España y venir a encontrarse con su muerte tan lejos de su tierra”.