Los editores cuantifican en 250 M el roto por el coronavirus
A medida que avanza la crisis económica derivada del COVID-19 la situación de los medios de comunicación se vuelve más crítica. Transcurridas dos semanas de su grito de alarma, los sectores de la radio y la prensa escrita siguen con expectación la aprobación de una línea de ayudas por parte del Gobierno mientras sus recursos económicos van a menos.
Uno de los sectores más castigados es el de las publicaciones periódicas, que junto con el de los periódicos ha intensificado sus maniobras para obtener un salvavidas que permita capear el temporal. En su caso los efectos no se limitan a la caída publicitaria, cifrada en un 80% en el mes de marzo, sino que se extienden a la venta de ejemplares, organización de eventos y producción de contenidos.
Cuatro asociaciones -la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEP), Asociación de Revistas de Información (ARI), Asociación de Prensa Profesional y Contenidos Multimedia (Coneqtia) y Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE) – estiman que la crisis ha tenido un impacto de 250 millones de euros en sus cuentas de resultados. Estas agrupaciones, que ya firmaron conjuntamente la petición de ayudas al Gobierno, representa a más de 260 grupos editoriales.
Entre los medios representados por estas asociaciones se cuentan digitales como El Español o las revistas de los grupos Hearst o Zinet Media, por lo que la estimación no recoge el roto económico sufrido por los diarios tradicionales. De esta forma, es muy posible que el agujero total del sector esté muy por encima de la cifra estimada, y que por tanto los cerca de 100 millones de euros que estudia aprobar el Ejecutivo se queden muy por debajo de las necesidades reales. Sobre todo cuando desde la Asociación de Medios de Información (AMI), que integra a los principales periódicos, se solicitaron entre 150 y 200 millones para mitigar las consecuencias negativas de la situación.
Por esta razón, desde estas cuatro asociaciones insisten en la urgencia de contar con medidas de apoyo como un plan especial de publicidad y comunicación institucional. «Desde el inicio de la crisis del COVID-19 las revistas y webs de editores de publicaciones periódicas han sido totalmente ignoradas. Es un agravio que impide la competencia con otros medios, mientras que las publicaciones periódicas realizan una gran labor de información y entretenimiento a los ciudadanos», critican.
Desgravación fiscal
Por otro lado, solicitan una desgravación especial por la publicidad que se destine a sus soportes durante el estado de alarma, una idea aprobada en Italia y que el Gobierno tiene sobre la mesa. De acuerdo con lo planteado, Moncloa estaría valorando una rebaja fiscal de entre un 25% y un 30% para anunciantes en medios de comunicación, mientras dura el estado de alarma.
Otras de las reclamaciones, en este caso histórica, pasa por la implantación del IVA digital cumpliendo con la transposición de la directiva de la Unión Europea, abrir una línea de financiación bonificada al sector a través de ICO o de CESCE o facilitar la aplicación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). En último lugar, los editores de publicaciones sugieren la suspensión del IBI a los puntos de venta durante todo el año fiscal 2020 y la asignación de un abono de 500 euros a cada punto por cada semana que haya permanecido abierto durante el confinamiento.
