Los otros casos de éxito en la suscripción digital: Clarín supera los 100.000 abonados en un año

| 7 MAYO 2018 | ACTUALIZADO: 8 MAYO 2018 9:20

Ante la situación de concentración ejercida por Google y Facebook en la publicidad digital, los grandes medios parecen coincidir en la necesidad de cobrar por los contenidos como única vía de sostenibilidad. Un camino del que se habla a diario pero que en España todavía provoca suspicacias, pese a que cada vez hay más casos de éxitos.

Algunos editores justifican sus reservas por la escasa propensión del usuario español a pagar por información en Internet. Otros a que el mercado en lengua española no goza de las mismas oportunidades que la inglesa, tomando como ejemplo las suscripciones por millares que cuentan medios como The New York Times o Financial Times. De hecho, el primero supera ya los 2,7 millones de abonados, cuyas aportaciones suponen más del doble que la publicidad.

El caso de Clarín desmonta este último precepto. El diario argentino lanzó un servicio de muro de pago en abril del 2017 y, un año después, ya supera los 100.000 suscriptores. Un modelo que mantiene abierta la página de inicio y la consulta gratuita de hasta diez contenidos al mes.

En tiempos de fake news, su editor, Pablo Vaca, entiende estos modelos como «un pacto tácito tradicional que implica que a cambio de ese pago, el lector recibe información chequeada, analizada y relevante».

Como parte de este proceso de adaptación a los nuevos tiempos, Clarín ha impulsado en los últimos doce meses una serie de cambios en la rutina de trabajo de su redacción. Por ejemplo, a sus periodistas se les exige que, además de escribir, entiendan de mediciones de audiencia, de vídeo y herramientas digitales.

Asimismo, la producción de contenidos de su web está bajo la dirección de una mesa central de redacción que depende directamente de sus editores generales y se divide a su vez en tres equipos: visual, última hora y digital. De esta forma se establee una diferencia entre las informaciones de carácter general y las exclusivas del periódico, en el que trabajaban alrededor de 400 profesionales.