Murcia sale al rescate de sus medios inyectando 12 millones de euros para compensar pérdidas
Dos años después de la privatización de la gestión de 7 RM, la televisión de Murcia, el ente público que la controla sigue haciendo aguas. Aparte del montante que paga el gobierno regional al grupo Secuoya por la prestación del servicio de gestión del canal -alrededor de 10 millones de euros anuales-, se ha visto obligado a inyectar alrededor de 12 millones en el conjunto de sus medios para compensar las pérdidas de los dos últimos ejercicios.
Así consta en las últimas cuentas anuales de la radio y televisión de Murica, en las que se reconocen unas pérdidas de 6,1 millones de euros al cierre del año 2016. No en vano, este desequilibrio se vio compensado en su totalidad por las subvenciones concedidas por la Comunidad Autónoma, que ascendieron a 6,4 millones de euros.
El documento en cuestión reconoce que los gastos generados en el ente se sufragan en su mayoría por las subvenciones que recibe del gobierno murciano (que supusieron el 91,03% de la financiación), y por los ingresos generados por la venta de publicidad, actividad que representó el 2,61%.
El porcentaje de comercialización publicitaria fue muy inferior al registrado el año anterior (8,12%), principalmente porque tan sólo se gestionó publicidad en la radio, precisa el informe de cuentas. En total, la cifra de negocios fue de 175.000 euros, una tercera parte de los 514.691 euros facturados en 2015. Así pues, descontando estas aportaciones, la sociedad habría arrojado un superávit de 383.174 euros.
La subvención inyectada en 2015 fue algo menor, de 5,5 millones de euros. Sin embargo, en esta ocasión la aportación no bastó para compensar las pérdidas de 5,7 millones de euros reconocidas ese año. Sumados a los 6,4 millones del año pasado, hacen un total de 11,9 millones.
La radiotelevisión murciana perdió 6,1 millones de euros al cierre de 2016
Murcia se convirtió en febrero de 2015 en la primera comunidad autónoma en externalizar completamente la gestión de su televisión pública. Hasta ese momento se había producido alguna que otra privatización parcial, como Telemadrid y su señal, pero ninguna de carácter global.
El gobierno regional, en manos del Partido Popular, vio en la privatización la única solución de continuidad para la televisión murciana, que recibía cada año una aportación pública de 30 millones de euros. De modo que tras emprender un ERE a 28 personas que posteriormente fue tumbado por el Tribual Supremo, reformar la Ley General de la Comunicación Audiovisual y sacar adelante la licitación, se adjudicó el servicio de gestión indirecta de 7RM al grupo Secuoya por un periodo de tres años y un valor de 72,3 millones de euros, IVA incluido.
Este contrato se prorrogó el pasado mes de diciembre, con un periodo de validez de otros tres años, hasta mayo de 2020, y 32,4 millones de euros más. La renovación se firmó pese a la oposición de PSOE y Podemos, que defendían que el modelo de gestión actual no había permitido “una televisión pública independiente, plural y de calidad”.
Durante los dos años de vigencia del nuevo modelo de gestión, Secuoya ha sostenido la calidad de su servicio en la evolución de la audiencia media y en la eficacia presupuestaria. Desde esta perspectiva, 7RM sería la televisión de FORTA con el menor coste por punto de audiencia (3,5 millones de euros). De hecho, desde el grupo audiovisual aseguran que desde el inicio de su actividad se han ceñido «escrupulosamente» al presupuesto asignado, de unos 10 millones de euros anuales.
Asimismo, la productora sostiene que, además de ser la cadena más rentable, es también la más barata. Le costaría unos 6 euros a cada murciano. Sin embargo, el coste por habitante es superior, a la vista de estas aportaciones extras.
