Reino Unido pide regular la actividad de Google y Facebook

| 14 JULIO 2018 | ACTUALIZADO: 16 JULIO 2018 21:29

Una legislación específica para plataformas digitales como Google y Facebook que publican noticias. Esto es lo que pide el regulador británico de la comunicación, Ofcom.

Este organismo público regula los sectores de la televisión, radio, vídeo bajo demanda, telecomunicaciones, telefonía móvil y servicios postales para que los consumidores británicos estén protegidos; al tiempo que asegura que haya competencia en la industria.

En un artículo publicado en The Times, Sharon White, directora general de Ofcom, cree que «nunca ha habido tanto argumentos para que haya una regulación independiente» para aquellas plataformas digitales que difunden noticias. Se refiere principalmente a las acusaciones de intoxicación informativa que están provocando las plataformas mediante la difusión incontrolada de noticias falsas.

La experta no ofrece detalles sobre cómo debería ser ese marco jurídico específico para empresas como Google o Facebook. Solo ha explicado que debería basarse en la «transparencia» y en un «conjunto de principios básicos claros».

En la práctica, esto «exigiría un mayor control sobre la eficacia con que las plataformas digitales responden al contenido nocivo para proteger a los consumidores, con facultades para que el regulador aplique las normas y actúe si no se cumplen«, mantiene White.

Así pues, para el regulador británico no serían suficiente las medidas que están tomando las propias plataformas para controlar el flujo de noticias falsas en sus plataformas.

En este sentido, YouTube acaba de anunciar una inversión de 25 millones de dólares para promover la información contrastada en su plataforma de vídeo. También Facebook está tomando medidas similares.

Francia y la UE, caminos distintos

Pero, de momento, solo Francia se ha atrevido a regular las noticias falsas en periodos electorales. La nueva normativa permitirá retirar noticias de forma urgente para frenar la difusión de noticias falsas si se prueba que su emisión se ha producido de forma «deliberada» y con «mala fe»; además de haber sido propagadas de “forma artificial o automatizada” y de manera “masiva”.

El país vecino ha decidido regular por su cuenta las noticias falsas después de que la Unión Europea rechazara hacerlo. En lugar de ello, propone la autorregulación y limitarse a códigos de buenas prácticas.