Jaume Roures, presidente de Mediapro.

Roures acuerda con Moll frenar su ofensiva en Zeta a cambio del SPORT

| 27 FEBRERO 2019 | ACTUALIZADO: 28 FEBRERO 2019 8:56

Jaume Roures y Javier Moll han llegado a un principio de acuerdo este martes para dejar en tablas el pulso que mantienen ambos por el control del Grupo Zeta. El empresario catalán se ha comprometido a no seguir dando la batalla. Ni económicamente, donde en todo momento ha presentado la oferta más ventajosa; ni judicialmente, donde en los últimos días se ha planteado recurrir a la vía judicial antes que darse por vencido.

El consentimiento de Roures va unido a una condición innegociable. A cambio de dar su visto bueno a la opción de compra negociada entre Prensa Ibérica y la banca, exige a Moll quedarse con el diario SPORT una vez cerrada la operación de venta. Este último, que ya edita la cabecera deportiva Superdeporte, ve con buenos ojos el trato con tal de no alargar más el proceso.

Las fuentes consultadas por este medio explican que en ningún caso se trata de un ‘premio de consolación’ para el fundador de Mediapro, sino de un pacto que beneficia a los dos empresarios.

Por un lado, Roures se aseguraría ejercer una influencia mayor en el FC Barcelona con el control de la cabecera deportiva. Entre sus principales intereses siempre ha estado el club blaugrana, con el que llegó a reunirse hasta tres veces el pasado verano para poner al Camp Nou el nombre de Mediapro. La propuesta, sin embargo, no prosperó ante la negativa del empresario a retirar su denuncia contra su expresidente Sandro Rosell. Así, aunque el SPORT no atraviesa su mejor época, dirigirlo le permitiría mantener una relación todavía más cercana con el Barça.

Por otro lado, Moll obtendría el plácet del Institut Catalá de Finances, el único acreedor pendiente de aprobar la quita del 70% sobre la deuda de Zeta, que al cierre del año pasado ascendía a 100 millones de euros.

Y lo lograría gracias precisamente a la mediación de Roures, que terciaría abonando directamente al organismo público, controlado por ERC, los 12 millones de euros de pasivo que tiene sobre el grupo de la familia Asensio.

A este pago hay que añadir el millonario precio que está dispuesto a desembolsar el directivo catalán por hacerse con SPORT. Si se suman ambas cifras, Prensa Ibérica vería significativamente reducido el montante final. Por lo menos, a la mitad de los 40 millones de euros que se comprometió a pagar por todo el grupo Zeta (30 a las entidades financieras y otros 10 a la familia Asensio).

De esta forma, la vertiente política vuelve a desatascar un proceso de venta que se ha extendido más de lo previsto. Hasta el punto que Moncloa llegó a intervenir dos veces; primero para tantear el interés de Moll y después para intentar decantar la balanza del lado de Mediapro.