The New York Times retrasa el regreso de sus periodistas a la redacción al 6 de julio de 2021

| 15 OCTUBRE 2020 | ACTUALIZADO: 16 OCTUBRE 2020 9:14

La incidencia del coronavirus ha forzado a The New York Times a aplazar seis meses más el retorno de sus trabajadores a las oficinas que tiene en todo el mundo, según una comunicación interna. Eso significa que la fecha inicial de enero de 2021 ha sido revisada en poco más de tres meses por la evolución de la pandemia y pasa al 6 de julio de ese mismo año.

Tal y como explica el correo que recibieron todos los trabajadores, la incertidumbre generada por el repunte de la enfermedad ha hecho inviable el regreso en el plazo que se marcó en junio. En EEUU en concreto la situación no solo no ha mejorado sino que ha alcanzado al mismo presidente en ejercicio. Trump forma parte de la lista de cerca de 7,8 millones de contagios acumulados en el país.

The New York Times emplea actualmente a unas 4.300 personas, de las que unos 1.700 son periodistas. Si la nueva fecha de retorno a sus instalaciones se cumple, la mayor parte de ellos habrá teletrabajado de forma habitual durante más de un año. El diario se adelantó en 10 días a la suspensión de actividades no esenciales en el estado de Nueva York con una comunicación interna enviada el 8 de marzo que pedía a su plantilla que trabajara en remoto en la medida de lo posible.

La vuelta a las redacciones está suponiendo debates internos en diferentes medios, condicionados por distintos factores. En España la situación es desigual en los grandes periódicos: El País no ha planteado aún el regreso masivo de sus empleados, aunque su director considera que “el debate intelectual se resiente en remoto”; El Mundo ha mantenido abierta su redacción durante toda la crisis sin registrar ningún contagio y su ocupación oscila en torno al 30%; La Vanguardia ya ha alcanzado el 70%; y ABC está inmerso en un plan de retorno progresivo.

Y en los nativos digitales la aproximación es igualmente variada: eldiario.es no va a hacer volver a corto plazo a ningún trabajador a su redacción, que mantiene abierta por si alguno quiere usarla; El Español mantiene un flujo cambiante de personas en sus instalaciones; y El Confidencial ha organizado la vuelta de sus profesionales en términos similares a los que fijó para un intento anterior, a pesar de que una encuesta interna realizada por el comité de empresa mostraba un rechazo mayoritario de la plantilla ante esa idea.