Vivendi renuncia a una «solución pacífica» con Mediaset y amenaza con ir a juicio

| 24 OCTUBRE 2016 | ACTUALIZADO: 11 NOVIEMBRE 2020 11:37

El pulso que mantiene Vivendi con Mediaset por su participación en la plataforma de pago y el accionariado de la compañía de Silvio Berlusconi amenaza con desplazar todo su eje a los tribunales. La batalla judicial emprendida por Mediaset el pasado mes de agosto puede contar con la réplica del grupo francés, que renuncia llegar a una «solución pacífica» en torno a esta cuestión a día de hoy, según ha anunciado en un comunicado.

«Vivendi se considera a día de hoy liberado de su voluntad de privilegiar una solución amigable y se reserva el derecho a tomar cualquier acción judicial para defender sus intereses y el de sus accionistas», señala el grupo francés en el comunicado. Mantiene su deseo de favorecer un acuerdo amistoso con la empresa italiana pero, al mismo tiempo, reitera que «el plan de negocios de Mediaset Premium, que presentaron, y que prevé alcanzar el equilibrio de explotación en 2018, se basa en suposiciones poco realistas». De esta modo, apuntan a que no pueden hacerse responsables de la situación actual de la plataforma aunque, por otro lado, también aseguran que «no han dejado de buscar un acuerdo».

Por su parte, la matriz de Mediaset valora en otro comunicado que las repetidas referencias de Vivendi «constituyen una injerencia indebida en las actividades de un activo de una sociedad cotizada». Así pues, da por hecho que, ante la amenaza velada de una respuesta judicial, «el caso se resolverá en los tribunales», al tiempo que sostiene que «desde el 25 de julio no ha habido contacto entre las dos compañías».

Mediaset sostiene que desde el 25 de julio, fecha de la primera demanda, no ha habido contacto entre las dos compañías

La raíz de la discordia entre estos dos grupos se sitúa en el preacuerdo de la venta de Mediaset Premium, el negocio de televisión de pago de la compañía italiana, que alcanzaron en abril tras meses de negociaciones. Los términos de éste establecían un intercambio accionarial del 3,5% entre ambas compañías y preparaban el terreno para la creación de un conglomerado audiovisual llamado a liderar el mercado de los contenidos premium en Europa.

Sin embargo, la posible alianza tornó pronto en desacuerdo. Y es que, apenas tres meses después, la empresa francesa decidió paralizar el avance de la operación para replantear las condiciones iniciales. Su nueva propuesta buscaba limitar al 20% su participación en la plataforma de pago, la cual cerró 2015 con unos números rojos de 83 millones de euros y acumulaba unas pérdidas de 63 millones en el primer trimestre de este año. Al mismo tiempo, pretendía elevar al 15% su control en el capital de Mediaset.

El bloqueo en la operación de compra dio pie a que Mediaset impusiera una demanda contra Vivendi por «los graves daños». En el escrito presentado ante el Tribunal de Milán la matriz de Mediaset reclamaba ser resarcida con 50 millones de euros por cada mes de retraso en el cumplimiento de los puntos del acuerdo a partir del 25 de julio, fecha en la que el grupo galo planteó la reformulación del acuerdo. Su presidente, Arnaud de Puyfontaine, buscó rebajar la tensión entre ambas partes al asegurar que, si bien mantenía el propósito de sellar la alianza, los términos no eran asumibles.

En medio de este escenario, hace unas semanas los diarios italianos informaron acerca de un encuentro de alto nivel entre Berlusconi y Rupert Murdoch, presidente de News Corporation y Sky, para tratar la venta de Mediaset Premium. Unas conversaciones que retomaban una cuestión planteada hace meses, antes del preacuerdo con Viacom, y que se interpretaba como una presión al grupo francés. Sin embargo, en las sucesivas semanas la relación no ha hecho más que lacerarse, toda vez que el pasado 12 de octubre Mediaset ordenó embargar el 3,5% del capital que controla actualmente Vivendi.