Lidl reduce el uso del plástico en un 26% desde 2017
Lidl tiene el objetivo de ser un supermercado sostenible y contribuir de una forma positiva al medio ambiente, impulsando cambios y prácticas responsables en el sector. En 2017 se comprometió a reducir el uso del plástico en un 20% hasta 2025, y la compañía asegura ya haberlo conseguido, superando incluso dicho porcentaje (26%).
Ahora la cadena amplía su objetivo para seguir disminuyendo el uso del plástico en un 30% hasta 2025 y en un 35% hasta 2027. Este compromiso se integra en la estrategia internacional REset Plastic que Lidl lleva impulsando desde hace años y que afecta a los treinta países donde la cadena está presente.
Además, se incluyen otros dos objetivos más: utilizar al menos un 25% de material reciclado y garantizar la reciclabilidad de sus envases de marca propia hasta 2025. En concreto, su estrategia REset Plastic se basa en cinco áreas de actuación: REducir, REdiseñar, REciclar, REidear y REcoger.
Para esta última área, la compañía ha anunciado una colaboración con Gravity Wave, en la que llevará a cabo una recogida de plásticos en las inmediaciones del mar Mediterráneo y puertos de las Islas Baleares con el objetivo de poder recolectar hasta 15.000 kg de plástico y utilizar dichos residuos para darle una segunda vida.
Más de 400 envases optimizados
Lidl ha sido pionera en varias medidas en torno al uso responsable del plástico. Fue la primera cadena en eliminar las bolsas de plástico o artículos de dicho material de un solo uso, destaca por medidas como la sustitución de los envases de plástico por celulosa o compostables en toda su gama de frutas y verduras bio, el lanzamiento de la primera botella de agua de marca propia 100% rPET que supone el ahorro de más de 185 toneladas anuales de plástico virgen o el cambio de envase de sus huevos a celulosa, que conlleva la reducción de cerca de 500 toneladas de plástico anuales, entre muchas otras.
En los últimos seis años la cadena ya ha rediseñado más 400 de sus artículos de marca propia que han supuesto la sustitución total del plástico por otros materiales, contar con más plástico reciclado y/o lograr una mayor reciclabilidad de sus embalajes.
Michaela Reischl, directora de RSC de Lidl España: “Nos encontramos inmersos en el rediseño de nuestros envases, teniendo como foco la economía circular. Un desafío importante que afecta a toda la industria, ya que necesitamos alternativas que, además de ser más amigables con el medio ambiente, sean resistentes, seguros para la alimentación, sin perder la calidad y frescura de nuestros productos e intentando no repercutir el coste que supone ser más sostenible a nuestros clientes”.
La compañía identifica todos sus envases rediseñados con el sello “Envase eco-responsable”, con el objetivo de trasladar a sus clientes de forma transparente sus proyectos en favor del medio ambiente. Además, aquellos artículos cuyo envase está compuesto en su totalidad por material reciclado, incorporan un distintivo que resalta dicha particularidad, como es el caso de la botella de agua Naturis 100% rPET o la totalidad de sus zumos de nevera.
Además, la cadena también fue pionera en intentar buscar una solución a la problemática de los microplásticos, ya que desde 2021 ha reformulado más de 400 artículos de limpieza y cosmética. Se trata de partículas de tamaño inferior a cinco milímetros que dificulta seriamente su descomposición en el medio ambiente. Un informe de la ONU asegura que estas partículas son tan pequeñas que no son filtrables por las plantas de tratamiento de residuos, de manera que estas terminan mayoritariamente en el mar.
