Albert Rivera.

Entrevista a Albert Rivera: «Siempre vi la necesidad de formar a los líderes del futuro de nuestro país»

| 25 OCTUBRE 2022 | ACTUALIZADO: 26 OCTUBRE 2022 18:08

“Un líder tiene que dar la cara siempre”. Estas fueron las palabras que pronunció Albert Rivera (Barcelona, 1979) en noviembre de 2019 en la sede de Ciudadanos, justo antes de anunciar que ponía punto final a su etapa política. Tres años después de aquella despedida entre lágrimas y aplausos, el que fuera candidato a presidente del Gobierno de España está volcado en nuevos proyectos académicos y de consultoría de negocio.

Además de desempeñar el cargo de socio director de RV+, la asesoría para empresas, inversores y emprendedores fundada este año junto al ex secretario general de Cs, José Manuel Villegas, Rivera está trabajando en la puesta en marcha de la II edición del posgrado en Liderazgo y Management político que dirige en el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.

Margarita Robles, Ana Pastor, Josep Piqué, Alberto Ruiz Gallardón, Daniel de la Calle, Gloria Lomana, Jorge Bustos, Antonio Miguel Carmona, Eduardo Madina o Eduardo Sicilia, son algunas de las reconocidas figuras del ámbito político, mediático o empresarial que componen el equipo docente que impartirá módulos sobre Comunicación estratégica, Oratoria o Protocolo. El programa ofrece a los alumnos una estancia en Bruselas para reunirse con altos representantes de instituciones europeas y organismos internacionales.

A pocas semanas de la inauguración del nuevo curso, Rivera atiende a DIRCOMFIDENCIAL para reflexionar sobre comunicación, reputación y liderazgo.

¿Por qué Albert Rivera se embarca en este proyecto?

Desde que estuve en política, siempre vi la necesidad de formar a los líderes del futuro de nuestro país. Cuando eres candidato a presidente del Gobierno o diriges una organización de 30.000 personas, te das cuentas de las carencias que tenemos respecto a algunas habilidades imprescindibles para ser buenos líderes.

Cuando dejé la política se me brindó la posibilidad de ser patrono del CES Cardenal Cisneros. Entonces se me ocurrió plantear a la dirección del centro la posibilidad de crear un instituto que formara en las habilidades necesarias para desarrollar el liderazgo tanto a profesionales de la vida pública como del sector privado. Hemos creado un grupo excepcional de más de 30 profesores de primer nivel, nacional e internacional, los cuales gracias a sus experiencias de décadas como líderes en la política, en la empresa, en la comunicación o en la ciencia, aportan a los participantes un know how imposible de encontrar en los mejores manuales.

Albert Rivera.

 

¿Es el liderazgo una asignatura pendiente en España?

El liderazgo es una habilidad con la que en parte se nace, pero también se hace, se forma, que es lo que estamos haciendo en la universidad. La sociedad española y el mundo en general necesita líderes. No hay ninguna gran transformación social, económica o política que se haya llevado a cabo sin líderes al frente.

¿Qué nuevas habilidades están llamados a dominar los líderes de hoy?

Saber comunicar en público tus ideas o proyectos, ser ejemplar, captar y cuidar el talento, tener capacidad para innovar y seguir aprendiendo, gestionar el éxito y el fracaso, tomar decisiones, aprender a delegar, saber negociar y alcanzar acuerdos o tener una visión estratégica son algunas de las habilidades que tiene que poseer un buen líder hoy.

«Un buen líder debe aprender de otros líderes, pero tiene que ser capaz de crear su propio estilo».

 ¿Es determinante el estilo personal en el liderazgo?

Un buen líder debe aprender de otros líderes, pero tiene que ser capaz de crear su propio estilo, con su identidad, con autenticidad, potenciando sus puntos fuertes. También es importante que conozca y trate de mejorar sus puntos débiles.

 ¿Cuáles deben ser los atributos clave de un buen líder?

Hay muchos atributos que se repiten en los buenos líderes, pero no todos son concurrentes. Algunos de esos atributos son la capacidad de innovar, el don de inspirar a los demás, la habilidad para comunicarse y entender a los que piensan de manera distinta, la capacidad para detectar el talento ajeno y descubrir nuevos líderes, la empatía o la capacidad de aprender entre otros.

 En la batalla por el liderazgo, ¿suele ganar el mejor orador?

No siempre. Hay líderes que no dominan especialmente la oratoria, aunque es cierto que saber comunicar en público tus ideas, tus proyectos o tus sentimientos es una de las principales habilidades de los buenos líderes.

 ¿Se puede permitir un buen líder tener un perfil bajo?

Depende del momento y del ámbito, pero hay líderes, como Amancio Ortega, que han logrado ser referentes en liderazgo con un perfil muy discreto y sin apenas exposición pública. En el mundo de la empresa hay buenos líderes que no aparecen ni en Google ni en ninguna red social.

 ¿Cuáles fueron sus mayores aprendizajes de liderazgo en su etapa política?

Aprendí muchísimo liderando un proyecto apasionante durante más de una década y desde muy joven. Pero quizá mi mayor aprendizaje fue que para conseguir un sueño, un objetivo muy grande y difícil, lo único que no está permitido es no intentarlo, no bajar a la arena. No se consigue nada grande con mentalidad pequeña. Luego puedes lograrlo o no, pero por lo menos, como dijo Roosevelt en su discurso en La Sorbona, si fracasas al menos lo haces habiéndote atrevido, de modo que tu lugar nunca estará con las almas frías y tímidas que no conocen ni la derrota ni la victoria.

 ¿Un ejemplo de buen líder en España?

Hay unos pocos afortunadamente, pero si me tuviera que quedar con uno que reúna la mayor parte de los atributos propios de un líder del siglo XXI me quedaría con Rafa Nadal. No solo es un líder en las pistas, en el deporte mundial, sino también lo es en la sociedad española y en todo el planeta, fuera de las pistas.

Rafa ha logrado un equilibrio casi perfecto entre valores importantes que muchas veces se nos presentan falsamente como contradictorios. Es ambicioso y a la vez humilde. Es muy competitivo y gana casi siempre, pero a la vez sabe perder con fair play. Ha ganado dinero gracias a su profesión, pero ha demostrado en numerosas ocasiones su carácter solidario. Habla claro y opina sin complejos, pero lo hace sin ofender a quien no piensa como él. Es un hombre racional pero también muestra sus emociones. Es un número uno en todos los sentidos.