¿Cómo va a afectar el blockchain a los medios y a las agencias?

| 26 ENERO 2018 | ACTUALIZADO: 31 ENERO 2018 9:02

El blockchain (o cadena de bloques) es una de las tecnologías más de moda actualmente. Básicamente, se trata de una base de datos segura que se puede aplicar a todo tipo de transacciones, no siempre monetarias. Su gran virtud es que cada una de esas transacciones están verificadas por varios usuarios.

Por tanto, el blockchain consigue eliminar los intermediarios y otorga el control de los procesos a los usuarios.

Esta posibilidad va a producir el cambio radical de muchos modelos de negocio basados, precisamente, en el intermediación. Así al menos lo esperan los expertos. En el terreno de la comunicación, podría afectar de lleno a los medios, a las agencias de publicidad o a las consultoras de relaciones públicas.

En lo que se refiere a la industria publicitaria, podría solucionar los problemas de visibilidad y del fraude. «Mediante blockchain se puede registrar cuántas veces se vio el anuncio, así como la naturaleza del tráfico que lo generó, mejorando la confianza y transparencia en la compra publicitaria», tal y como indica David Lastra, Digital IT Innovation director & partner en Good Rebels; en el IX Informe Perspectivas wellcomm de la comunicación.

Esto ya tiene una aplicación real. Por ejemplo, Lastra cita el caso de MetaX, que ha desarrollado el primer protocolo -llamado AdChain- que utiliza la tecnología blockchain para registrar y almacenar impresiones de anuncios en tiempo real para garantizar a los anunciantes que solo están pagando los anuncios que se consumen. Otros ejemplos son AdEx (para vídeo), RebelAI (para programática), NYIAX (para futuros digitales), MadHive (OTT y data management).

La desintermediación que posibilita el blockchain va a impactar de lleno en los modelos de negocio de agencias y de medios de comunicación.

De la misma forma, arrojará luz a los datos de tráfico de los medios de comunicación, como señala Pablo Herreros, socio director de Goodwill Comunicación. «¿Cuántos medios de comunicación están dispuestos a que sus anunciantes vean con sus propios ojos las visitas que de verdad tienen? No, esos que refrescan -sin que tú le des- su página seis veces mientras les lees, molestándote y cargando cada vez nuevos banners que nunca ves… esos se resistirán como gato panza arriba a meterse en las cadenas de bloques».

No obstante, Herreros cree que el blockchain llegará antes a los periodistas que a los medios. El experto advierte que esta tecnología «permitirá micropagos de un céntimo por leer un artículo, y podrá ser el propio periodista quien lo cobre sin que intervenga su medio».

De este modo, se dejará de depender de otras líneas de ingresos tradicionales, principalmente la publicidad, cada vez menos tolerada por los usuarios.

Periódicos sin plantillas fijas

Según Héctor Cárdenas, fundador y director ejecutivo de criptonoticias.com, «el periódico del futuro no contará con una plantilla fija de periodistas, editores y correctores, más bien tendrá un mercado interno de ‘sucesos a cubrir’, ‘trabajos a editar’ y ‘publicaciones por verificar’ que serán tomadas por periodistas disponibles al momento, previamente calificados y cuya reputación se moverá basada en la calidad de su trabajo«.

Todo ello redundará en aumentar la calidad de los medios y en la lucha efectiva contra las fake news. No en vano, hoy en día ya hay herramientas que ofrecen la posibilidad de asignar una ID digital cierta, segura y utilizable a los periodistas acreditados, así como a sus artículos y archivos.

Con todas estas virtudes, no es de extrañar que ya hayan surgido varios proyectos mediáticos que se aprovechan de la tecnología blockchain. Quizá el que más relevancia ha obtenido hasta ahora es Civil. Esta plataforma permite a los ciudadanos y periodistas crear un espacio libre, seguro, descentralizado y sostenible en el que elaborar y compartir periodismo profesional.

De acuerdo con su manifiesto, “la audiencia puede apoyar directamente a los periodistas, y estos gestionan directamente sus espacios de noticias, o Newsrooms, de manera colaborativa». Todo ello bajo estrictos criterios éticos y deontológicos para garantizar la veracidad y el interés público de la información publicada.

Nacido en Estados Unidos, ya están vinculados a Civil más de 200 periodistas, que son recompensados económicamente de forma directa por los lectores en función de su participación en las piezas informativas, que son realizadas de forma colaborativa.

Para asegurar su veracidad, cualquier ciudadano puede señalar errores o imprecisiones en una información publicada, que podrá ser aceptada o no por los autores. En caso de conflicto, se recurre al consejo asesor de la plataforma, que revisará el caso y tomará una decisión final de manera abierta y transparente. Todo este proceso queda registrado y todas las partes pueden verlo.