Lobby

Inteligencia artificial, medición y técnicas de guerrilla marcarán el lobby en este súper año electoral

| 16 FEBRERO 2023 | ACTUALIZADO: 17 FEBRERO 2023 8:54

El ejercicio del lobby se enfrenta a un super año electoral: en mayo habrá comicios locales y autonómicos y a finales de 2023 se celebrarán las Elecciones Generales. Además, el segundo semestre coincidirá con la presidencia española en el Consejo de la Unión Europea.

Todos estos hitos pueden suponer un impulso a la disciplina del lobby, que se está profesionalizando en España a gran velocidad durante los últimos años. Tal es así, que las grandes consultoras de comunicación están reforzando sus departamentos de Asuntos Públicos, normalmente con fichajes que han pasado por la esfera pública; y también están proliferando firmas especializadas en la materia.

LLYC ha elaborado una guía de tendencias que impactarán en 2023 en la actividad de los asuntos públicos.

De hecho, para Joan Navarro, socio y vicepresidente de Asuntos Públicos de LLYC, esta disciplina se está convirtiendo «en el principal agente transformador de la política pública y regulatoria de un país«. Así lo expone este directivo en un documento elaborado por LLYC, que recoge las principales tendencias para este año del lobby y al que ha tenido acceso DIRCOMFIDENCIAL.

De acuerdo con este documento, una de las vías de crecimiento de los Asuntos Públicos este año residirá en el uso de la Inteligencia Artificial. Herramientas como ChatGPT -de la que se ha valido LLYC para redactar la guía de tendencias- ayudarán a los equipos de lobbying a realizar tareas sencillas y repetitivas, como es la recopilación de información, monitoreo de nuevas regulaciones, la programación de reuniones o la gestión de correos electrónicos. Esto podría liberar a los profesionales, que podrán dedicarse a aspectos más estratégicos.

Relacionado con la tecnología, los especialistas del sector también se valdrán del denominado data-driven lobbying para gestionar de manera más eficiente el gran volumen de datos que se genera y tomar así decisiones más allá de la intuición. Según LLYC, la ingeniería de datos permite entender mejor hacia atrás cómo se toman las decisiones y cómo se conectan las agendas sociales, mediáticas y políticas. En este aspecto, el gran reto de este 2023 -de acuerdo con la consultora- es la mirada prospectiva, que permita la anticipación temprana de grandes tendencias políticas y regulatorias.

Otra de las tendencias fundamentales en el ejercicio del lobby será la evolución de la medición de esta actividad, uno de los grandes hándicaps de la comunicación en general. Para LLYC es indudable que el lobby impacta en el negocio y en la reputación de las empresas. Pero para que esta disciplina sea capaz de «pasar al olimpo de las áreas estratégicas y los consejos de dirección», debe medirse.

Transparencia

La medición, además, redunda en la transparencia del lobby, una de las obsesiones del sector. En este aspecto, la actividad de los Asuntos Públicos podría vivir un hito en su regulación si se aprueba finalmente este año la ley de transparencia e integridad en las actividades de los grupos de interés, tal y como se comprometió el Gobierno.

LLYC también prevé que el ejercicio del lobby se sofistique y sea capaz de descomplicar la norma. Es decir, colaborar en el que el poder legislativo emita lo que se llama una Better & Smart Regulation, que mitigue la incertidumbre entre empresas y ciudadanos.

Finalmente, una de las tendencias que podría marcar -a juicio de LLYC- los Asuntos Públicos será la utilización de técnicas de guerrilla, asociadas históricamente al marketing. Se trata de utilizar tácticas no convencionales orientadas a obtener resultados a corto plazo y que implican la utilización de métodos creativos y sorpresivos para llamar la atención sobre una cuestión o causar un impacto en la opinión pública o en la toma de decisiones políticas.