Facebook contraataca a Apple y pregunta a sus usuarios si aceptan ser rastreados para tener mejor publicidad
El contencioso entre Apple y Facebook a cuenta del refuerzo de privacidad en iOS suma un nuevo episodio. La red social está probando a preguntar a quienes la usan en esos dispositivos si le permiten que siga sus movimientos para ofrecerles una mejor publicidad. La entrada en funcionamiento de esos cambios está prevista para principios de primavera y supone que todas las aplicaciones que se instalen en aparatos con iOS deberán preguntar a los usuarios si permiten ser rastreados en base al identificador único que poseen.
Las previsiones sobre el porcentaje de personas que puede aceptar ese seguimiento son bajas, de entre un 10 y un 30% según a quién se le pregunte. De ahí que en Facebook preocupe ese eventual impacto sobre sus ingresos al no poder servir publicidad personalizada y tener que cobrar menos por campañas con menor efectividad. Un analista ha evaluado recientemente en un posible 7% de ingresos totales la caída de facturación publicitaria que puede suponer este refuerzo de privacidad en dispositivos Apple, mientras que Facebook ya alertó de posibles perjuicios de ese tipo en su última presentación de resultados.
La plataforma asegura que cumplirá en el caso de que los usuarios que reciban la alerta respondan que no quieren ser rastreados, con la desventaja para ellos de que la publicidad que vean será menos relevante. Pero en todo caso está intentando comunicar de este modo los eventuales cambios que van a llegar en el ecosistema de Apple para sus quienes utilizan sus servicios en él.
Una posible lectura de esta prueba es la de realizar con antelación una prueba sobre el impacto del no acceso al identificador publicitario único de los dispositivos Apple (IDFA) en términos de facturación publicitaria. Y otra es la capacidad de involucrar a millones de personas en la guerra entre ambas compañías de cara a que evalúen si les importa más la privacidad que los mensajes personalizados o viceversa.
Las previsiones sobre el porcentaje de personas que puede aceptar ese seguimiento son bajas, de entre un 10 y un 30% según a quién se le pregunte.
Para Facebook el problema principal de estas medidas es el efecto en cadena que pueden implicar sobre su ecosistema publicitario. Tal y como indica The Wall Street Journal citando diferentes análisis, hasta 85.000 aplicaciones pasan regularmente información a la plataforma y esa información puede constituir hasta el 15% del perfilado comercial general de cada uno de sus usuarios. Con los cambios previstos una parte indeterminada de esos datos no llegaría a enviarse y el perfilado sería más pobre, con lo que esa persona sería menos monetizable.