La Comisión Europea abre investigación sobre Google por posibles conductas anticompetencia en su negocio publicitario
El comportamiento de Google frente a sus rivales en el sector de la publicidad online está oficialmente bajo escrutinio en la Unión Europea. El fin de la investigación que la Comisión Europea que acaba de anunciar es determinar si el gigante tecnológico favorece a su propios servicios respecto a los de competidores, así como examinar si distorsiona la competencia mediante la restricción del acceso a datos de usuarios a esas mismas empresas. Además el procedimiento incluye estudiar la retirada del soporte para cookies de terceros en Chrome.
Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea al cargo de estas iniciativas, ha apuntado sobre el proceso que “somos conscientes de que Google ha hecho que sea más difícil para sus rivales competir”. En concreto el organismo está especialmente interesado en la obligatoriedad de usar tecnología de esa compañía para comprar anuncios en YouTube y si eso implica que favorece de manera interesada a su propio AdX exchange.
Esta investigación supone la primera gran incursión de las autoridades comunitarias en el negocio principal de Google con una perspectiva amplia. En 2019 le había impuesto una multa de 1.490 millones de euros por prácticas ilegales para consolidar el dominio de AdSense en el segmento de los anuncios en búsquedas. Previamente había decretado sanciones por posición abusiva en torno a Android (2018) y su agregador de compras Shopping (2017).
Las autoridades comunitarias quieren dilucidar si el gigante tecnológico ha favorecido a sus propios servicios frente a los de competidores.
Y además este procedimiento coincide en el tiempo con la sanción de 270 millones de euros acordada en Francia por abuso de posición en publicidad digital, que incluye compromisos enfocados a eliminar trabas hacia competidores. Google también está bajo investigación en Reino Unido, aunque en este caso centrada en el papel de su ecosistema móvil. Fuera de Europa, el gigante afronta un escrutinio similar en EEUU, con hasta tres causas antimonopolio abiertas. Una de ellas, lanzada en octubre por el Departamento de Justicia, se centra precisamente en su papel en el mercado de los anuncios en búsquedas.
Solo el año pasado, Google facturó 147.000 millones de dólares en publicidad digital y en torno a un 16% de esa cifra procede de los segmentos en los que otras compañías usan sus servicios para vender anuncios en sus webs y aplicaciones. Según eMarketer, Google absorberá el 27% de la planificación digital este año, incluyendo el 57% de la asociada a búsquedas y el 10% en display.