La Justicia europea confirma la multa de 2.400 M a Google por favorecer sus servicios a costa de la competencia
El Tribunal General de la Unión Europea ha rechazado el recurso interpuesto por Google en relación con la multa de 2.400 millones de euros que le impuso la Comisión Europea en 2017 por abuso de posición dominante. En su dictamen avala que el gigante tecnológico favoreciera la exposición de su propio servicio de comparación de precios en búsquedas y relegara así a otros competidores, y además confirma la validez de la sanción. A Google aún le queda un posible recurso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ejerce como corte suprema en el bloque.
Si se produjera se alargaría aún más el proceso en torno a esta multa, que llegó como consecuencia de una investigación abierta en 2010 con Joaquín Almunia como comisario de Competencia. Para cuando se resolvió el cargo lo ocupaba Margrethe Vestager, cuya posición ha sido determinante para impulsar una acción más expeditiva sobre estas grandes compañías. Esta decisión puede suponer un espaldarazo para la política antimonopolio que viene promoviendo, ahora como vicepresidenta de la Comisión Europea. Especialmente en el contexto del trabajo actual sobre las futuras directivas de Mercados Digitales (DMA) y Servicios Digitales (DSA).
Esas dos propuestas de ley tienen el objetivo de estrechar el control sobre gigantes tecnológicos y atajar sus posibles abusos, además de garantizar la competencia. En concreto la DMA se orienta a tres aspectos esenciales (uso limitado de los datos que acogen estas empresas, fomento de la interoperabilidad sobre datos de los usuarios y restricción de la autopreferencia en servicios) y el último de ellos sería el origen de la sanción impuesta a Google.
El Tribunal General de la Unión Europea da por válida la sanción al considerar probado que el gigante de las búsquedas favoreció intencionalmente su comparador de precios.
Hasta la fecha el gigante de las búsquedas ha recibido otras dos multas por abuso de posición dominante: una por valor de 1.490 millones de euros por prácticas de AdSense for Search en publicidad digital asociada a búsquedas; y otra de 4.343 millones por el uso de Android para consolidarse en otros ámbitos. Ambas han sido igualmente recurridas y está por ver si la decisión que acaba de adoptar la Justicia europea marca el camino para su resolución en el mismo sentido.
