Microsoft y Apple se retiran de la junta directiva de OpenAI para sortear la presión regulatoria
El escrutinio creciente de los reguladores sobre las inversiones de gigantes tecnológicos en empresas de inteligencia artificial deja a Microsoft y Apple fuera de la junta directiva de OpenAI por precaución. La primera formaba parte de ella como parte observadora tras invertir 13.000 millones de dólares, un rol que se esperaba igualmente para la segunda tras un acuerdo de integración y que finalmente no se sustanciará.
Ya en enero la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC) envió sendas cartas a Amazon, Microsoft y Google, como principales proveedores de servicios en la nube a nivel mundial, y también a OpenAI y Antrhopic. En ellas solicitaba a las primeras más información sobre su inversión en las segundas y el posible impacto sobre la competencia de esa relación.
Por tanto desde ese momento Microsoft se veía obligada a explicar su vínculo con OpenAI, mientras que tanto Amazon como Google debían dar más detalles de sus intereses en Anthropic. Todas ellas dispondrían de 45 días para responder a la agencia sobre los términos de sus acuerdos y cómo influyen en los lanzamientos de productos, así como si existe competencia por recursos para desarrollar capacidades sobre inteligencia artificial.
En este contexto, hay que destacar que en esas mismas fechas la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, anunció que el Gobierno utilizaría legislación de defensa que data de 1950 para obligar a las operadoras de esa tecnología a informar de sus proyectos.
La primera formaba parte del órgano como observadora y la segunda podía solicitar su entrada tras el reciente acuerdo de integración.
Apple no figura en principio en esa terna de compañías a vigilar, pero su acuerdo con OpenAI anunciado en junio para integrar ChatGPT en sus sistemas operativos, su asistente Siri o sus herramientas para crear contenido anticipaban una posible entrada en su junta directiva. Sin embargo, ha preferido evitar ese compromiso, que podría complicar aún más su situación ante los reguladores europeos.
En esa región la compañía ha decidido por ello aplazar el lanzamiento de funcionalidades de inteligencia artificial hasta 2025 para aclarar su encaje con el marco normativo. Ya tiene en marcha una investigación por parte de la Comisión Europea por posibles prácticas anticompetencia.