Uber, Airbnb y BlaBlaCar piden menos restricciones legislativas para progresar en España

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Directivos de tres de las empresas de servicios bajo demanda -Uber, Airbnb y BlaBlaCar- califican de restrictivas las leyes españolas que regulan sus sectores, reclamándoles facilidades para poder crecer. Sobre estos y otras cuestiones han hablado en Digitrends, organizado por el Instituto Europeo di Desgind (IED), Yuri Fernández -dircom de España y Portugal de Uber-, Sergio Vinay -director de campaña de España y Portugal de Airbnb- y Álvaro Zamacola -director de operaciones de España y Portugal de BlaBlaCar.

El tema de la legislación en España ha sido uno de los más candentes del debate en consonancia también con el debate existente en la opinión pública. «Hasta que no revisemos las leyes restrictivas no podemos crecer», ha afirmado tajantemente Fernández, quien se ha quejado de que una Ley del año 1987 siga regulando el transporte sin tener en cuenta la revolución tecnológica que ha afectado de lleno al sector.

Algo parecido le pasa a Airbnb, aunque su director de campaña ha asegurado que actualmente están colaborando con gobiernos nacionales y locales para mejorar la calidad del turismo. En total cuentan con convenios en más de 400 ciudades de todo el mundo, pero insta a seguir cooperando «con la clase política para adaptarnos a los nuevos tiempos».

Estas firmas han revolucionado la economía bajo demanda, dándoles una vuelta de tuerca a servicios tradicionales con recursos existentes. Todos coinciden en que la tecnología, y especialmente el smartphone, ha beneficiado la rápida expansión de sus firmas en diferentes mercados. Tanto es así que, en palabras de Fernández, «si no hubiera smartphones no existiríamos».

Yuri Fernández: «Si no hubiera smartphones no existiríamos»

La tecnología, unida a la capacidad de cubrir una demanda del mercado existente -más transporte y más alojamientos turísticos- han sido la clave de éxito de las tres plataformas. Todo esto, enfocado a mejorar la experiencia de usuario (anfitriones-viajeros y conductores-pasajeros), han creado una red de confianza que sustenta a la marca desde su base. De hecho, un estudio realizado por BlaBlaCar apunta que un 88% de los encuestados confiaban en ella como compañía de servicio bajo demanda.

Precisamente, la confianza marca un tándem perfecto con la tecnología. Al ser «marcas que viven de los usuarios», como apuntaba Vinay, necesitan mejorar y «escalar hacia una construcción de la mayor confianza posible». Esto es posible gracias a la tecnología y perfeccionar los algoritmos de sus aplicaciones es una de sus principales metas.

En este sentido, Uber se encuentra inmerso en dar a conocer su nuevo servicio Uber Pool -que actualmente es ilegal en España- por el cual dos o más personas que no se conocen, pueden compartir coche si salen desde la misma ubicación, ahorrando costos y aliviando la circulación. Por su parte, BlaBlaCar busca algo parecido llegando a las ciudades, compartiendo vehículo desde municipios cercanos a las grandes ciudades evitando el atasco en las entradas. Airbnb amplia sus servicios con el apartado «Experiencias», que permite conocer los destinos turísticos con actividades menos usuales.

Los tiempos están cambiando a una velocidad vertiginosa y estas firmas han colaborado en modificar «el paradigma de que el cliente siempre tiene la razón», explicaba el dircom de España y Portugal de Uber. Ahora, además de un buen trato por parte del conductor o anfitrión, también es necesario el del pasajero o viajero, algo en lo que ha tenido mucho que ver el sistema de valoración. «Estamos ante un paradigma interesante y todos tenemos que ser conscientes de este fenómeno», concluía.