YouTube lanza en febrero su plan de ingresos publicitarios compartidos con creadores para su formato de vídeos cortos

La apuesta de YouTube por Shorts, su competidor frente a TikTok en el ámbito del vídeo corto, tendrá desde febrero su nuevo esquema de monetización para incentivar a los creadores a que utilicen el formato. La compañía ha informado que quienes deseen beneficiarse de esos ingresos tendrán que aceptar las nuevas condiciones incluidas en el programa Partner antes del 10 de julio, que habilitan la inclusión de anuncios entre esos vídeos cortos como reemplazo del fondo que hasta la fecha les ha ofrecido dinero para elaborarlos.

Además, esos creadores deberán acreditar que tienen más de 1.000 suscriptores y al menos 10 millones de visualizaciones específicas en Shorts en los últimos 90 días. En los nuevos términos se distribuyen las vías de ingresos de una nueva forma: por un lado, el área que se refiere a los anuncios servidos en sus vídeos largos y YouTube Premium; por otro, el que les permitirá ganar dinero con campañas introducidas entre las piezas cortas, ya sea en el agregado del formato o en YouTube Premium; y por último está el que les informa de lo que obtienen por funcionalidades de inyección directa de dinero por parte de los seguidores como la membresía.

Los creadores tendrán que aceptar nuevos términos de uso antes del 10 de julio y acreditar un mínimo de reproducciones en el formato para poder beneficiarse de ese esquema.

Los youtubers que reúnan las condiciones para entrar o mantenerse en el programa Partner podrán activar cualquiera de esos módulos y el que se refiere en concreto a Shorts es el que les permitirá ganar dinero a partir del 1 de febrero con la publicidad intercalada entre esos contenidos. El resultado final de ese esquema para ellos será más complejo de calcular, ya que la plataforma les dará un 45% del total, frente al 55% tradicional en lo facturado por anuncios en vídeos largos, pero previamente está sometido a acuerdos de licencias musicales que se pagarán de forma colectiva con una parte de todo lo generado por los creadores. A partir de ahí, YouTube asigna ingresos individualmente según la participación de cada uno de ellos en las visitas totales de Shorts.

Hay que tener en cuenta que solo podrán optar a ese dinero los autores de cortos originales. Es decir, los que no se correspondan con fragmentos de contenidos de terceros bajo derechos o sean recopilaciones de lo que han hecho terceros para YouTube o cualquier otra plataforma. Esto último es clave para incentivar la creación exclusiva y forma parte de iniciativas como la que Instagram tomó en su momento para no aflorar en sus recomendaciones algorítmicas vídeos resubidos desde TikTok, el gran rival de ambas.

Ahora queda por ver el impacto en las cuentas de YouTube de este programa, después de que Google reconociera en las últimas presentaciones de resultados que el fomento del consumo de Shorts estaba produciendo un lucro cesante derivado de los anuncios en vídeos más largos que no se consumen. La monetización del vídeo corto es un reto general para todas las plataformas que compiten por obtener el favor de los creadores más populares y la atención de sus seguidores, ya que ofrece más problemas para ajustar creatividades que sean eficaces.