Nuevo cruce de reproches entre Maurice Lévy y Martin Sorrell

| 31 MARZO 2016

En su particular Guerra de los Cien años, el británico Martin Sorrell (CEO de WPP) y el francés Maurice Lévy (CEO de Publicis) se han vuelto a enzarzar en una batalla dialéctica, en esta ocasión, a cuento del presunto sexismo imperante en la industria publicitaria.

Su penúltima discusión comenzó a raíz de la destitución hace dos semanas del presidente y CEO mundial de JWT (WPP), Gustavo Martínez, después de que fuera denunciado por una trabajadora de la firma por pronunciar reiteradamente comentarios racistas y sexistas en su ámbito laboral.

Sobre este asunto, Lévy quiso quitarle trascendencia y no hacer sangre contra la agencia de WPP la semana pasada en una conferencia en Miami: «No creo que lo que pasó en JWT sea un ejemplo de lo que está sucediendo en nuestra industria. Es un error puntual, un gran error, pero no es una buena representación de la industria».

Lévy ataca a Sorrell:  «Una vez más, demostró su extraordinario nivel de hipocresía»

Sorprendentemente, el primer directivo de WPP criticó con dureza estas palabras de su gran rival:  «No estoy de acuerdo con lo que dijo Maurice acerca de que sea un hecho aislado». «Maurice tiene la costumbre de ignorar los hechos», sentenció Sorrell.

Ante el revuelo generado por las palabras de Lévy, incluso dentro de su propia empresa, el CEO de Publicis se ha visto obligado a matizar sus declaraciones mediante una carta dirigida a sus empleados, en la que no ahorra críticas a Martin Sorrell, al que califica como «hipócrita».

El CEO de Publicis mantiene su opinión

En resumen, Lévy aclara en ese documento que «condena de forma contundente» los hechos producidos en JWT, pero mantiene su posición de que «la única culpa debe recaer en una persona» y niega que «sea un mal de toda la industria». «No puedo imaginar ni por un segundo que es común en nuestra industria (o en cualquier otra) hacer chistes sobre mujeres, negros y judíos».

Aún así, el CEO de Publicis reconoce en su carta que «hay mucho trabajo por hacer, en toda la industria, con respecto a la compensación, la movilidad, las promociones, el liderazgo y la contratación», en relación con la posición de las mujeres en el sector publicitario.

Reserva para el final su contestación a Martin Sorrell: «Una vez más, demostró su extraordinario nivel de hipocresía».  Sorprendido, Lévy argumenta que «esta situación comenzó en su compañía, en una de sus agencias más grandes, con un director general, por lo tanto, una persona que tiene la intención de dar el ejemplo. Su trabajadora (denunciante) hizo todo lo posible para que se escuche su historia, sin que fuera así. Se trata de una situación que ha estado ocurriendo desde hace más de un año, y su respuesta como CEO de la compañía de publicidad más grande a nivel mundial fue nada más que una táctica dilatoria, atacando personalmente a su competencia».

«Podríamos haber esperado más dignidad de él -continúa Lévy-, sobre todo porque, durante mi intervención, me abstuve de condenar a WPP». «Yo sé que no tenemos los mismos valores», justifica el directivo francés. En este punto, saca a relucir la definición que pronunció David Ogilvy sobre Martin Sorrell hace años: «odioso pequeño imbécil».

No acaba aquí la cosa, ya que un portavoz de WPP ha respondido a la carta de Lévy: «Estamos encantados de saber que está tratando de revertir su posición original. Después de todo, mantener una posición estúpida es el duende de las mentes pequeñas«.

Rivalidad histórica

No es, ni mucho menos, la primera polémica que protagonizan dos de las figuras de la publicidad más importantes del mundo. También fue sonado el ataque que emprendió Sorrell contra la reestructuración que está acometiendo Publicis desde el pasado mes de diciembre.

Durante la celebración del Foro Económico Mundial que tuvo lugar a principios de año en Davos (Suiza), el CEO de WPP dijo que el grupo francés ya esta sufriendo esa “Revolución Francesa”, además de afirmar que es el momento de “preparar los carros” (símil que se refiere a los carros utilizados durante la Revolución para transportar prisioneros a la guillotina). Ante las declaraciones, Maurice Lévy, contestó sarcástico: “Martin Sorrell hablando de Publicis, ¿otra vez?”.

Asimismo, en el año 2012 Lévy llamó “tonto” a Sorrell por cuestionar la veracidad de un comunicado que emitió Publicis negando cualquier contacto con Interpublic. Posteriormente, Sorrell describió a Lévy como el “Fredy Krueger” de la publicidad.