Gabriela Cañas, presidenta de EFE.

EFE eleva sus pérdidas hasta los 8,9 M€ tras reducir un 8% sus ingresos comerciales en 2020

| 24 SEPTIEMBRE 2021 | ACTUALIZADO: 27 SEPTIEMBRE 2021 11:26

La Agencia EFE agravó sus pérdidas el año pasado. Sus números rojos llegaron a los 8,9 millones de euros en 2020, ligeramente por encima de la cifra registrada en el ejercicio anterior (-8,8 millones).

Como consecuencia de ello, el patrimonio neto de la púbica es negativo (-1,8 millones de euros), pero según la propia compañía no estaría en causa de disolución dado que las pérdidas de 2020 no se toman en consideración para determinar esa situación contable, de acuerdo con una ley aprobada el año pasado para hacer frente a la pandemia.

Como fuere, este empeoramiento de la situación económica de la agencia de noticias se debió en parte a los menores ingresos obtenidos en 2020. Facturó un total de 84,3 millones de euros, lo que implica un retroceso interanual del 4%.

Este descenso en la cifra de negocios tiene su origen en la menor actividad comercial de la compañía el año pasado, marcado por la crisis del coronavirus. No en vano, la dotación económica aportada por el Estado se mantuvo estable en los 53 millones de euros. Esta subvención representa, por tanto, más del 60% de sus ingresos totales.

Por la parte comercial consiguió el año pasado 31,1 millones de euros, un 8% menos. De esta fuente de ingresos sufrió especialmente la venta de material gráfico y los textos de temática internacional, deportes y economía. Esta caída de ingresos por la venta de sus productos informativos fue más acentuada en el mercado internacional, que pasó a proporcionar 7,7 millones de euros, un 16% menos.

65 millones de euros en sueldos

En el apartado de gastos, la partida más importante es la de los sueldos, que supusieron 65 millones de euros el año pasado. Son 12 millones de euros más que los ingresos de EFE por la venta de sus productos. La agencia cerró el pasado ejercicio con una plantilla compuesta por 730 empleados.

EFE sostiene en su informe anual que durante 2020 le ha penalizado la crisis que afecta a sus clientes tradicionales, que son los medios de comunicación y que la pandemia ha agravado todavía más. Además, la agencia reconoce también que otro tipo de líneas de negocio -como es el digital o el dedicado a dar servicios a empresas- «no ha conseguido evolucionar de la manera que se esperaba«, ya que son «sectores difíciles de penetrar para una agencia de noticias».

EFE ingresó el año pasado 84 millones de euros, un 4% menos, pese a mantener estable la dotación pública recibida.

Entre este tipo de servicios, EFE ofrece a las empresas asesoría en Comunicación, que -como publicó este medio- ha causado indignación entre las consultoras que se dedican precisamente a ello y que ahora han encontrado una inesperada competencia en una compañía pública fuertemente subvencionada.

EFE hace referencia también a la caída de su negocio en Latinoamérica, donde tradicionalmente ha estado bien posicionada. Esta tendencia negativa se debe al periodo de crisis en el que están entrando ahora los medios de aquella región y que en España ya sucede desde hace varios años; y también por el auge de otras agencias internacionales.

«Agencia internacional global»

Por ello, EFE quiere tomar posiciones en otros mercados y convertirse en una «agencia internacional global», haciendo valer su servicio multimedia en inglés y posicionado su marca en Asia, donde su reconocimiento es limitado.

Esta hoja de ruta está contemplada en el Plan Estratégico de la compañía para los próximos cinco años, documento que todavía esta pendiente de aprobación.