El Periódico no tira la toalla y reanuda su venta tras el aluvión de bajas voluntarias
La vida sigue en Zeta. El grupo de Antonio Asensio trata de recuperar de a poco la normalidad tras el abrupto paréntesis de un ERE que alcanzará a 147 trabajadores y que ha dejado una herida difícil de restañar.
El nuevo capítulo en la historia de Zeta está protagonizado por la situación de venta de la compañía, en su conjunto o por separado. Las primeras líneas comenzaron a escribirse en el último trimestre del año pasado, siguiendo las recomendaciones que le hizo Deloitte en su día para garantizar su viabilidad. Sin embargo, quedaron interrumpidas durante el duro proceso de negociación del último expediente.
Ahora han vuelto a circular los cuadernos de venta. Sin duda uno de los activos que más interés despierta en el mercado es El Periódico. Al diario barcelonés le han salido varios pretendientes desde que colgaron el cartel de ‘se vende’, como Prensa Ibérica, Vocento o Planeta, pero ninguno ha llegado a pasar de la fase de negociaciones.
Son varios los escollos que se presentan a la hora de plantear seriamente un cambio de manos de la cabecera. En primer lugar, el elevado precio que pide Zeta por desprenderse de la joya de la corona, una vez vendida Ediciones B y cerrada Interviú. Sobre todo teniendo en cuenta que el nivel de costes salariales que sigue soportando el diario pese a haber reducido su plantilla drásticamente.
Uno de los escollos a su venta es el nivel de costes que sigue soportando la cabecera pese a la drástica reducción de su plantilla
Precisamente, el segundo punto polémico es el erial en el que se ha convertido El Periódico a raíz de la salida de 60 personas de una plantilla compuesta por 220 empleados. Casi la mitad de los afectados por el ERE. Y, de esta cifra, 59 han sido bajas voluntarias y solo una forzosa, a las que cabrá sumar otras siete hasta julio de 2019.
Pese a estos contratiempos, Zeta no ceja en el empeño de colocar El Periódico a la competencia. De hecho, las fuentes consultadas aseguran que, ya sí, hay conversaciones muy avanzadas con algunos de los grupos antes citados, pero ninguno lo confirma. Aún así, el precio sigue siendo un obstáculo insalvable.
Entretanto, ha imprimido en los últimos meses un cambio en su línea editorial hacia posiciones más templadas. Un giro que se enmarca dentro de la estrategia de lanzar una edición en Madrid antes de que finalice el año, lo que ha provocado el desembarco de varios efectivos en la capital con el fin de ampliar la influencia del grupo en una región donde, hoy por hoy, su presencia es muy pequeña.