Europa alerta de la falta de independencia en medios y propone medidas

| 16 JULIO 2017 | ACTUALIZADO: 18 JULIO 2017 9:32

Nunca antes la libertad y el pluralismo de los medios se habían cuestionado tanto como hasta ahora. La supuesta falta de independencia que sufren los editores para desempeñar su labor ha pasado de verdad incómoda a fenómeno en cuestión de años. Tan es así que hace unos meses el Parlamento Europeo encargó un informe al Centro de Estudios de Política Europea (CEPS) para evaluar el alcance de esta situación.

El fruto de esta investigación es el ‘Análisis comparativo de la libertad y el pluralismo de medios en los estados miembros de la Unión Europea’, un documento de 189 páginas que sitúa el punto crítico del debilitamiento de los medios de comunicación en la crisis financiera y la transformación digital.

«La situación de fondo ha cambiado radicalmente desde el primer ‘Libro Verde sobre el Pluralismo de los Medios’ que se publicó en 1992. En todos los estados miembros de la UE, en mayor o menor medida, las potencias empresariales se han aliado con los poderes políticos para ejercer presión en los medios», alertan los responsables del estudio en la introducción antes de abundar en la idea de que la distorsión en el pluralismo de los medios es un obstáculo para el buen funcionamiento de la democracia.

A partir de un análisis comparativo de la situación mediática en siete estados miembros (Bulgaria, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Polonia y Rumanía), el estudio habla de «fracaso sistemático» y ofrece una serie de medidas para asegurar la libertad de los medios de comunicación. «Algunos estados miembros y el surgimiento del extremismo político, el nacionalismo y el populismo en toda la UE han provocado temores de que estos procesos se propagarán viralmente y una fuerte señal de que es necesaria una acción supranacional para mejorar el estado de libertad y el pluralismo de los medios».

Pide crear una base de datos transparente en la que se informe de los propietarios de las empresas de medios

Ahora bien, en el mismo texto se reconoce que no ha sido posible llegar a un consenso sobre el recetario a aplicar, pero que dada la problemática se ha optado por proponer una relación de siete medidas a fin de vigilar de cerca a los propietarios de los medios:

1. Una evaluación periódica bienal acerca de los riesgos potenciales para el pluralismo de los medios por parte de un comité independiente de expertos, que será nombrado por la Comisión Europea. «La supervisión puede realizarse en el marco de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) o del Estado de Derecho», propone el estudio.

Por ejemplo, si se detectara que un medio específico se encuentra en riesgo, los miembros del comité tendrían luz verde para instalarse en el país correspondiente y colaborar para tratar de enderezar la situación. Es decir, pese a ser éste el principal punto de conflicto, la solución no se ha terminado de desarrollar del todo.

2. Una directiva específica sobre ayudas estatales al sector de los medios, a la que puedan optar tanto los de titularidad pública como los que están en manos privadas.

3. Revisión de la directiva sobre servicios de medios audiovisuales (AVMSD) con vistas a alcanzar y mantener el pluralismo mediante la utilización de instrumentos propios.

4. Cada estado miembro deberá crear y mantener una base de datos transparente en la que se informe de los propietarios de las empresas de medios de comunicación, incluyendo las personas físicas que mantienen vínculos con otros sectores. Una medida que, plantearse seriamente, despertaría una gran polémica al proponer que la base de datos sea de fácil acceso para el público.

5. Actualización de la directiva sobre comercio electrónico a fin de liberar a los proveedores de responsabilidad sobre los contenidos de terceros y armonizar las jurisdicciones divergentes. De acuerdo con este punto, la responsabilidad sobre el contenido debería recaer sobre los actores que proporcionan este contenido, aunque se traten de proveedores particulares.

6. Desarrollo de proyectos educativos que permitan apoyar el objetivo a largo plazo de construir un sistema de «medios libre, pluralista y democrático». Estos proyectos serían diseñados y supervisados por las instituciones europeas.

7. Realización de un seguimiento e investigaciones adicionales centradas en dos puntos: uno, en los factores individuales que influyen en el pluralismo. Dos: nuevas formas de contenidos de comunicación en línea y las posibilidades de los usuarios.