
Forbes prepara su huida del tráfico de búsquedas que la ha sostenido durante años
La tradicional estrategia de Forbes para conseguir tráfico a través de Google entra en revisión. La consejera delegada, Sherry Phillips, ha comunicado a su plantilla en un memo interno que la compañía está «ideando estrategias que no sea tan dependientes de búsquedas», sobre todo basadas en las oportunidades que ofrecen eventos, boletines o producción multimedia.
De esa manera, la publicación se prepara para adaptarse a la realidad de un tráfico menguante desde búsquedas debido a la incidencia del modelo conversacional como respuesta a búsquedas.
Sin ir más lejos, la compañía de medición SimilarWeb ha señalado hace poco que las que no generan clics ya alcanzan el 69% del total en EEUU frente al 56% de hace un año, coincidiendo con el lanzamiento de AI Overviews por parte de Google.
Ese contexto, fuerza un cambio estratégico para Forbes, que tradicionalmente ha optado por un modelo de generación de contenido a volumen para aparecer en muchas búsquedas. Si bien en 2018 cambió su sistema de colaboraciones para pasar a pagar las mejores y prescindir del resto, tras haber llegado a publicar en torno a 8.000 piezas en algunos meses, el SEO se ha mantenido como una pieza esencial de su negocio.
Phillips destaca en su memo el papel de la inteligencia artificial en la evolución obligada de la compañía. Y de hecho la incluye como factor crucial en tres de los cinco puntos en los que resume la estrategia que seguirá Forbes en lo sucesivo: búsqueda de oportunidades de generación de ingresos, creación de eficiencias y protección de la marca frente a esas iniciativas.
La consejera delegada de la revista anuncia un cambio de estrategia sobre la base de nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial en su negocio.
Los otros dos apelan a la creación de mejores experiencias para los usuarios y la calidad del periodismo vinculado a Forbes. Ambos conectan directamente con las oportunidades que la consejera delegada ve obligado explorar en el ámbito de los eventos en directo, los boletines, las redes sociales o la producción multimedia.
Igual que sucede con otras revistas históricas, Forbes se ve actualmente en una situación en la que sus ingresos tienen cada vez más que ver con la explotación de la marca a diferentes niveles que con la cabecera en sí. En este caso pesa particularmente la conexión entre eventos y las listas de personas más influyentes en diferentes ámbitos, que en el caso de España ha derivado en la creación del club privado Forbes House en Madrid.