Foro de la ComunicaciónJulen Ariza (DIRCOMFIDENCIAL), Gonzalo Bans (El Foro de la Comunicación) e Ignacio Jiménez Soler (Endesa).

Ignacio Jiménez Soler: «Si quieres tener cierta conciencia crítica debes filtrar bastante mejor cada cosa que recibes y sobre todo cómo la diseminas»

| 5 OCTUBRE 2020 | ACTUALIZADO: 6 OCTUBRE 2020 9:04

“Es un fenómeno crónico que no vamos a erradicar”. Con esta contundencia se refirió Ignacio Jiménez Soler, director general de comunicación de Endesa, al problema de la desinformación durante su entrevista en el estreno de El Foro de la Comunicación, el programa sobre la relevancia de la comunicación desarrollado por DIRCOMFIDENCIAL en colaboración con Radio Intereconomía.

La importancia creciente de las noticias falsas abarcó la primera edición del programa, que contó también con la participación de Ramón Salaverría, profesor de la Universidad de Navarra; David Alandete, periodista de ABC; y Enrique Calatrava, CEO de Carter Lane. Como experto en la materia y autor del libro ‘La nueva desinformación’, Jiménez Soler compartió su visión sobre el que, bajo su perspectiva, es uno de los principales elementos de desestabilización de los sistemas políticos y empresariales.

«Es un fenómeno que no solamente tenemos que verlo en quién lo produce, sino en cómo se disemina y amplifica cuando los receptores reciben determinados contenidos e informaciones. Tiene muchas facetas y se puede analizar desde muchos puntos de vista», manifestó el dircom de Endesa en conversación con Julen Ariza, editor de DIRCOMFIDENCIAL, y Gonzalo Bans, director y presentador de El Foro de la Comunicación. Y es que tal y como expone en su libro, la nueva desinformación no se limita a la generación de noticias falsas, también tiene que ver con herramientas como el uso de la inteligencia artificial, la programación de algoritmos o la suplantación de identidades.

Bajo esta morfología imprecisa, y teniendo en cuenta su presencia mundial, Jiménez Soler subrayó que «el objetivo es imponer un relato hegemónico que influya en la percepción de una sociedad para cambiar la intención o actitud de una parte importante de la misma, y cuando se trata de desestabilizar a través de la desinformación normalmente el inicio del proceso que sucede suele ser primero el desprestigio del contrario para después ocupar ese espacio». Puede ser un país, un gobierno, un competidor empresarial, un servicio o incluso una persona.

Ignacio Jiménez Soler, dircom de Endesa: “La desinformación es un fenómeno crónico que no vamos a erradicar”.

En la suma de estas intenciones se encuentra el origen de la desinformación que, partiendo de la teoría de que ha existido siempre, la problemática actual viene definida por su escala y la capacidad para producir desinformación a niveles industriales. Pero pese a este carácter exponencial y crónico, es posible aplicar un tratamiento que la mantenga a raya «La buena noticia es que tenemos herramientas a nuestra mano que nos permiten minimizar el impacto de los síntomas de la desinformación. La tecnología es una de ellas, pero lo es sobre todo el esfuerzo personal, la educación y el contextualizar bien», enumeró el experto en comunicación.

Parafraseando al periodista Ignacio Ramonet, cree que estar bien informado requiere un gran esfuerzo individual. «Cuando nos llega una información podemos bien asimilarla sin filtro y desminarla a través de los canales que nos permite la tecnología, o hacer el esfuerzo adicional de entender si esto es algo que simplemente refuerza mi posición o decidido contrastarlo». «Ahí el esfuerzo está en nuestro lado como receptores», inició Jiménez Soler.

Ante una eventual regulación que permita minimizar el impacto y difusión de noticias falsas, apuntó que siempre ha sido «una herramienta absolutamente legal y transparente para poder balancear el terreno de juego cuando ha habido excesos». No obstante, en los tiempos actuales «es algo realmente imposible porque los nodos de emisión que existen alrededor del mundo son mayores que los receptores. Sin ir más lejos, se calcula que más del 52% de los usuarios que emitirán información o contenidos a lo largo de este años serán bots o automatizados.

Respecto al papel que juegan los medios de comunicación en esta batalla, según Jiménez Soler, «ahora mismo tienen la oportunidad de surgir como contrapeso mediante la veracidad y la objetividad llevada a su máxima expresión». En este sentido, la generalización de los modelos de suscripción permitirá estratificar el sector y consolidar un modelo industrial favorable para el mundo de los medios.

Idea esta última que contribuye a su vez al optimismo del experto en relación a la capacidad crítica del receptor y una mayor conciencia hacia la información compartida. «Si tú quieres tener cierta conciencia crítica debes filtrar bastante mejor cada cosa que recibes y sobre todo cómo la diseminas». Decisión en la que resulta fundamental la función de los fact-chekers, que bajo la opinión de Jiménez Soler «van a ser uno de los elementos de contrapeso contra el fenómeno de la desinformación. Y per se son buenos y debería haber más». No obstante, el problema surge ante el riesgo de convertirse en instrumentos amplificadores de intereses determinados. «Aunque técnicamente no debería pasar, deben evitar polarizarse», concluyó.