Italia lanza un plan de ayuda a los medios y al sector publicitario

| 26 MARZO 2020 | ACTUALIZADO: 27 MARZO 2020 9:13

La amenaza del coronavirus está afectando directamente a los bolsillos de los medios de comunicación. La alerta sanitaria por el COVID-19 ha provocado una importante disminución de la inversión publicitaria en tiempos de confinamiento, y los medios están viendo mermados sus ingresos.

Para minimizar el daño en el sector de la comunicación, Italia, país con más muertos del mundo por este virus, ya ha puesto en marcha algunas medidas de ayuda a periódicos y medios en general, quiosqueros incluidos.

En primer lugar, el Gobierno italiano ha incluido a los periódicos en la categoría de bienes esenciales, lo que permitirá desgravar el 30% de todas las inversiones en publicidad de este 2020 en periódicos y medios digitales, además de televisiones y radios locales.

Por su parte, los quiosqueros podrán desgravar hasta 4.000 euros en alquileres, facturas de luz, teléfono o Internet, y gastos de envío a domicilio.

Según recoge El País, los últimos datos de la Federación Italiana de Editores de Periódicos (FIEG) indican que las ventas de periódicos, principalmente locales, se han elevado entre un 10 y un 15% en las zonas más afectadas.

El objetivo del ejecutivo italiano es que todos los ciudadanos puedan seguir accediendo a la información que ofrecen diarios y revistas durante esta crisis sanitaria y que estén al tanto de todo lo que acontece alrededor del coronavirus.

Los editores españoles también piden medidas

En España, la FAPE ha solicitado al Gobierno que estudie y apruebe un plan de ayudas específicas a los medios de comunicación.

Y un grupo de asociaciones de editores de nuestro país han solicitado al Ejecutivo un Plan de Choque de Ayudas al sector. Entre las medidas exigidas están la suspensión de cotizaciones a la Seguridad Social mientras se mantengan las disposiciones del estado de alarma; agilizar y autorizar ERTE sean por fuerza mayor o por motivos económicos; abonar de modo urgente los pagos que adeudan las Administraciones Públicas a los editores; implantar el IVA del 4% a publicaciones y contenidos digitales; abrir una línea de financiación bonificada al sector a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) o de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE); suspensión del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) a los puntos de venta de publicaciones periódicas, y lanzamiento un plan especial de publicidad y comunicación institucional por la pandemia que llegue a todos los editores, incluidos los pequeños y medianos.

Las asociaciones de editores españoles valoran el impacto de esta crisis en 250 millones de euros, con caídas de publicidad cercanas al 80% y con la pérdida del 100% de los ingresos de eventos y acciones especiales.