La austeridad enraíza en la editora de El Mundo: pide un nuevo esfuerzo a sus trabajadores
Hace algo más de tres años que se instauró la economía de guerra en Unidad Editorial. La política de austeridad llegó de la mano de Urbano Cairo, que nada más tomar posesión como presidente de RCS Mediagroup implantó una drástica reducción de costes operativos a todos los niveles. Empezando por la calidad del papel y siguiendo por la plantilla, donde dio orden de limitar las colaboraciones y no cubrir las bajas laborales.
El programa de ahorros ha dado sus frutos, puesto que el grupo italiano ha recortado más de 60 millones de euros en este tiempo. En el caso de España, el empeño por minimizar, en la medida de lo posible, los gastos ha contribuido a enderezar el rumbo de la compañía. Principalmente porque los ingresos no terminan de recuperarse tras una década en tendencia negativa.
Precisamente, el hecho de que durante el primer trimestre la facturación de la editora de El Mundo cayera un 2%, tanto por la disminución en los ingresos de publicidad como de circulación, ha dado pie a que la dirección haya pedido un nuevo esfuerzo económico a los empleados.
La semana pasada los miembros de la dirección del grupo mantuvieron una reunión con los representantes de los trabajadores. Como viene siendo habitual, se les expuso la situación económica de la editora. «Los ahorros que se han seguido aplicando han permitido que las cuentas se vayan manteniendo en línea, aunque están por debajo de lo presupuestado para este primer trimestre de 2019″, señala el comité.
Una realidad idéntica a la planteada a finales del año pasado, cuando la misma empresa destacó que aunque la publicidad estaba rindiendo por encima de los niveles de mercado, el plan de eficiencia presupuestaria debía seguir aplicándose con el mismo rigor.
En esta ocasión, sin embargo, se transmitió a los representantes que la gran parte de los ahorros efectuados hasta la fecha son estructurales, como en distribución, por lo que descartan que vayan a seguir reduciéndose. Un aviso a navegantes, puesto que «en los siguientes meses deben subir los ingresos de publicidad y los de nuevos proyectos», remarcan desde el comité.
No en vano, la prolongación de esta situación ya provocó una respuesta encendida de los trabajadores del grupo hace unos meses. En concreto, exigieron depurar responsabilidades por «la gestión nefasta de la empresa». Meses más tarde volvieron a cargar contra esta política al criticar que se destinara dinero a fichar columnistas por El Mundo cuando había bajas sin cubrir.