La industria de la TDT reclama suficientes subvenciones para afrontar el segundo dividendo digital
La organización Televisión Abierta, que agrupa a los principales agentes de la Televisión Digital Terrestre, ha valorado como un paso positivo la aprobación del Plan Técnico Nacional de TDT que sienta las bases del segundo digital. Ello a pesar de publicarse con dos meses de retraso respecto a la hoja de ruta trazada por Moncloa.
Tal y como vienen haciendo por separado los diferentes actores de la industria, ha vuelto a reivindicar la importancia de «contar con plazos suficientes de simulcast y junto con ello de una rápida puesta en marcha del Plan de Comunicación». El proceso de migración hacia el nuevo espectro deberá estar culminado antes de junio de 2020.
No obstante, la principal reclamación tiene que ver con la concesión de ayudas. En el caso de las televisiones privadas, la hoja de ruta prevé «otorgar compensaciones destinadas a sufragar los costes derivados de los que cambios que es necesario realizar en los equipamientos de transmisión de los prestadores de servicio de comunicación audiovisual televisiva en las edificaciones afectadas por la liberación de la banda de frecuencias 694-790 Mhz».
Desde Televisión Abierta recuerdan que sólo cuentan con un plazo de doce meses para llevar a cabo este proceso de transición. Escenario ante el cual consideran «imprescindible» la activación de subvenciones que compensen los costes de antenización en las edificaciones y de emitir con dos señales en simultáneo durante casi todo un año. Las estimaciones de las televisiones privadas apuntan a un encarecimiento de 40 millones de euros durante el tiempo de transición del dividendo.
Entre los beneficiarios de estas ayudas se cuentan los prestadores tanto del servicio público y privado de comunicación audiovisual televisiva de ámbito estatal y autonómico. Al igual que los consumidores, estos requieren también un plazo de tiempo adecuado para poder abordar el proceso de antenización que se desarrollará en prácticamente 850.000 edificios.
«No se puede hacer bien este trabajo en plazos menores a los ya indicados, ya que colapsaría la capacidad de suministro y de instalación», concluye la organización, al tiempo que demanda una mayor cooperación de los agentes políticos, sociales y técnicos.