La prensa española roza la destrucción de 200 empleos en la primera parte del año
El año va de mal en peor para los medios españoles. La situación de vulnerabilidad que aqueja a la profesión periodística, el único sector que no experimentó una mejora en sus condiciones salariales en el primer trimestre, se está viendo agravada por la oleada de despidos que recorre un buen número de cabeceras regionales.
En suma, se trata de cerca de un centenar de empleos destruidos, a los que cabe sumar las decenas que se perdieron en los primeros meses del 2019. La mayoría de los últimos recortes han sido impulsados por Prensa Ibérica, que ha venido aplicando una larga serie de ajustes en su división de periódicos desde mediados de abril, cuando alcanzó un acuerdo con Antonio Asensio para la adquisición del Grupo Zeta.
En este tiempo el grupo presidido por Javier Moll ha ejecutado más de 60 despidos y ordenado el cierre de La Opinión de Tenerife y Levante de Castelló. El primero de ellos dejó de salir a los quioscos el pasado 21 de abril tras la puesta en marcha expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que supuso el despidos de 40 trabajadores en el diario tinerfeño. Se aludió a razones económicas para justificar esta decisión, toda vez que la editora no había arrojado beneficios en sus dos décadas de actividad.
En cuanto al del diario levantino, su desaparición está motivada por la integración del Grupo Zeta, que según Prensa Ibérica ha provocado duplicidades en ciertas demarcaciones territoriales como consecuencia de la integración de cabeceras. El cierre del Levante de Castelló supondrá el despido de seis personas y la recolocación de otras ocho en la edición central de Valencia. Asimismo, la reestructuración ha afectado a Súper Deporte, donde se prescindirá de cuatro periodistas.
La empresa editora del Heraldo de Aragón ha planteado un ERE para el 20% de su plantilla, compuesta por 110 personas
A este reguero de bajas en Prensa Ibérica cabe sumar los nueve periodistas de los que decidió prescindir hace unas semanas en La Opinión de Murcia, además de otros nueve de La Opinión de Málaga. Por si fuera poco, también se han contabilizado bajas puntuales en Diario de Mallorca y Diario de Ibiza.
Las malas noticias no acaban ahí. La empresa editora del Heraldo de Aragón presentó el pasado 28 de junio un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para el 20% de su plantilla, formada por 110 personas.
De este modo, la propuesta inicial de la compañía aragonesa plantea la extinción de 20 contratos de trabajo por causas «económicas, productivas y organizativas», aunque desde el grupo subrayan que hay que esperar al proceso de negociación para conocer su evolución. El objetivo, según han informado a la APM, “es buscar la mejor solución para los trabajadores y para la empresa, encontrar las medidas de ajuste más adecuadas que permitan reforzar la viabilidad de este proyecto editorial”.
Pese a lo elevado de todas estas bajas, la peor parte de los ajustes del sector se la llevó la prensa digital a principios de año. Sin lugar a dudas, el más severo fue el ERE en Playground, que afectó a 60 trabajadores, la mitad de la plantilla, frente a los 77 salidas planteadas inicialmente.
Idéntica suerte corrieron los cuatro periodistas de BuzzFeed España que se vieron envueltos en el plan de ajuste desarrollado por la compañía a nivel global y que supuso el despido de 200 empleados. En su caso, la decisión iba acompañada del cierre de la edición española del medio nativo. Al igual que Eslang, el portal de virales de Vocento, que desapareció tras su apuesta fallida, aunque sus trabajadores fueron reubicados en el grupo. La desaparición de estos proyectos hizo que se hablara durante semanas del fin de la prensa de redes.
Por último, en el plano de las revistas Mía prescindió en los primeros compases del año de su redacción de Madrid, lo que supuso el despido de diez personas.