La publicidad sigue dando la espalda a unas TV autonómicas sin motor comercial
La situación comercial de las televisiones autonómicas no invita en absoluto al optimismo. A los retos más inmediatos que ya nublan el horizonte de la pequeña pantalla (auge de las plataformas de streaming y debilitamiento del consumo lineal), cabe añadir en el caso de los medios audiovisuales públicos las dificultades crecientes para atraer la inversión de los anunciantes.
Basta con echar un vistazo a los datos de la última década para comprobar que el negocio publicitario de estas empresas está en mínimos. Si en 2010 el conjunto de televisiones federadas en la Forta facturó 272,6 millones de euros por este concepto, el año pasado recibieron 102,2 millones. Expresado de otra manera, durante este tiempo sus ventas comerciales se han desplomado un 62%.
Por si fuera poco, el rendimiento del año en curso está siendo peor de lo esperado. Según los últimos datos de inversión publicados por Infoadex, durante los tres primeros meses de 2019 ingresaron un 11,2% menos respecto al mismo periodo del año anterior.
Esta tasa de caída es superior a la registrada en 2018, cuando la recaudación de las empresas públicas experimentó una contracción interanual del 10,5% en un contexto marcado por el frenazo en el mercado de la televisión en abierto.
Fuentes consultadas por este medio señalan como principal motivo de esta debilidad a la escasa fuerza comercial que tienen las cadenas autonómicas a nivel nacional. Un problema que confiaban en salvar con la puesta en marcha de la comercialziadora conjunta por parte la Forta.
Este proyecto, que podría empezar a funcionar a partir de septiembre tras más de un año de retraso, pretende agrupar a los anunciantes más importantes bajo la gestión de la nueva exclusivista. Al contrario de como se venía haciendo hasta ahora, donde la Forta trabaja únicamente con un puñado de clientes.
Se pretende garantizar de esa forma la venta en bloque de la publicidad para que los clientes nacionales se patrocinen en todas las cadenas autonómicas que integran la Federación, incluidas las más pequeñas. No obstante, la iniciativa permanece bloqueada desde que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales decidiera desvincularse.
La ausencia de una comercializadora nacional lastra las cuentas individuales.
Precisamente, yendo al detalle de cada televisión, es posible apreciar que las cadenas capean mejor el temporal por separado que en grupo. Así sucede, por ejemplo, en Televisión de Galicia, cuyos ingresos publicitarios descendieron un 10,5% el año pasado, llegando hasta los 6,8 millones de euros. De esta cifra, la aportación de Forta fue de 47.208 euros, frente a los 86.230 euros del año anterior.
El caso de Canal Sur es especialmente ilustrativo, puesto que carece de equipo comercial propio y su caída en la facturación de anunciantes fue ligeramente más acusada. En concreto, sus ventas se situaron en los 14,5 millones de euros a lo largo del 2018. Supone un 11% menos que en 2017, cuando percibió 16,3 millones por esta misma vía.
Por su parte, Telemadrid, que a principios de año amenazó con seguir el mismo camino que TV3, reconoce en su informe anual que «la caída de los ingresos generados a través del PCC (Forta) ha sido del 21%», respecto al 2,5% general. En conjunto, la cadena madrileña obtuvo 7,6 millones de euros en publicidad, gracias fundamentalmente al rendimiento de Multipark, su comercializadora.
