Las suscripciones siguen ganando peso en la facturación de The New York Times a costa de la publicidad
Los resultados del tercer trimestre del año muestran que ya más del 70% del negocio de The New York Times viene generado por sus lectores de pago, mientras que la publicidad reduce su peso a poco más del 18%.
En el primer caso el pase del precio promocional al regular y la subida de cuotas explica la tendencia, y en el segundo el aumento de la planificación digital apenas puede contrarrestar la caída en picado de la impresa.
Además, en el periodo de referencia la compañía sumó alrededor de 260.000 suscriptores digitales nuevos, para superar los 11 millones de lectores de pago en general.
Ese incremento, unido a la mejora progresiva de ingreso medio por usuario suscrito al producto digital hasta los 9,45 dólares, explica que esos ingresos se hayan elevado un 14,2% frente al año pasado.
Por contra, el aumento del 8,8% en la facturación publicitaria digital consolida el repunte experimentado en el trimestre anterior, pero el retroceso del 12,6% en la asociada al periódico de papel deja un avance casi simbólico en general del 1,1%.
Los ingresos comerciales digitales ya suponen un 69% del total, pero el peso de la publicidad en la versión impresa retrocede muy lentamente en esa cifra.
The New York Times ha puesto sus esperanzas para potenciarla en la programática abierta. La recuperó hace algunos meses para su aplicación principal y ahora la cita como uno de los motores de mejora de esa planificación gracias en parte a la apertura de nuevos espacios publicitarios en sus productos. Otro factor clave en ese dato es el incremento de la venta directa de campañas display.
Los lectores de pago aportan ya más del 70% de la cifra de negocio del periódico mientras la publicidad se diluye poco a poco hasta el 18%.
Y otro factor que contribuye a que el papel de la publicidad cada vez sea menor en proporción en las cuentas es el auge de la tercera pata de esas cuentas. La partida de «otros» ha aumentado un 9,3% gracias al negocio creciente que genera el servicio de recomendación de productos Wirecutter, y también por la licencia de contenidos.
En ese último capítulo entra el impacto positivo de 4 millones generado por el acuerdo con Apple para utilizar piezas de The Athletic en su agregador de noticias. Y es previsible que en ese segmento figuren igualmente los eventuales ingresos por cesión de contenidos a empresas de inteligencia artificial que aún no ha confirmado.
Sobre ese asunto lo único que se sabe es que la demanda contra OpenAI y Microsoft ya ha absorbido 4,6 millones de dólares. Y The New York Times ha abierto recientemente otro frente preventivo con Perplexity, la startup del ramo cofinanciada por Jeff Bezos, a la que ha exigido que deje de usar su trabajo sin licencia.