Jaume Roures, presidente de Mediapro.

Roures baja los brazos con Zeta: «Era muy complementaria a lo que es Mediapro»

| 6 MARZO 2019 | ACTUALIZADO: 7 MARZO 2019 8:50

Jaume Roures da prácticamente por pérdidas sus opciones de hacerse con el conjunto del grupo Zeta. Pese a su manifiesto interés y a que su oferta económica ha estado siempre por encima del resto de interesados, se ha rendido a la evidencia de que la banca acreedora no contempla otro pretendiente que Prensa Ibérica.

En el avance de una entrevista concedida al portal Comunicació 21, el presidente de Mediapro sostiene que «nunca hemos tenido ninguna conversación» con Prensa Ibérica para quedarse con el diario Sport, sino que en todo momento ha aspirado a hacerse con todos los activos y cabeceras del grupo editorial propiedad de la familia Asensio.

Este medio publicó hace unos días que Roures y Javier Moll habían llegado a un principio de acuerdo para poner fin al pulso que mantenían ambos en la puja por Zeta. Según el mismo, el empresario catalán se comprometía a dejar de dar la batalla -económica y judicial a cambio de llevarse la cabecera deportiva con vistas a aumentar su influencia en el FC Barcelona.

Así, aunque la operación de venta de Zeta todavía no está completamente cerrada, Roures afirma que «tampoco tengo muchas esperanzas». Ni siquiera la oferta valorada en 40 millones de euros, diez más que la planteada por la compañía de Moll, que presentó hace unos días ha cambiado las tornas.

En su opinión, el pool bancario encargado de tutelar la venta deberá explicar ante sus accionistas las razones de este rechazo, cuando no de por qué se ofrecieron condiciones distintas a los compradores interesados.  «No hay una respuesta lógica», comenta en relación a la quita del 70% en la deuda ofrecida por las entidades financieras a Prensa Ibérica.

«Fuerzas oscuras»

A este respecto, ha vuelto a hacer referencia a las llamadas «fuerzas oscuras» que no vieron con buenos ojos que El Periódico de Catalunya acabara en sus manos. De hecho, llega a afirmar que las presiones del ‘poder fáctico’ surtieron efecto y dieron al traste con sus intereses. «Teníamos un principio de acuerdo después de Navidad, a principios de enero», asegura el empresario.

Respecto a su interés más que evidente por todo el conjunto de la editora catalán, comenta al citado medio que «era muy complementaria a lo que es Mediapro y nos daba acceso no sólo al tema periodístico, sino a las revistas, la comercialización, el digital, etc. Ampliar un trabajo que ya hacemos».