Unidad Editorial

Unidad Editorial ahorra más de 45 millones de euros bajo la austeridad de Cairo

| 15 SEPTIEMBRE 2020 | ACTUALIZADO: 16 SEPTIEMBRE 2020 9:11

Urbano Cairo tomó las riendas de RCS Mediagroup en el verano de 2016. A los pocos días de tomar posesión de su cargo como presidente realizó su primera visita a España, donde se comprometió a no tocar la plantilla ni vender ningún medio de comunicación. Pero para devolver el negocio a la rentabilidad estableció a cambio una dura política de costes que permanece hasta nuestros días.

Desde el minuto uno su equipo de trabajo analizó a fondo las cuentas de Unidad Editorial para eliminar cualquier gasto prescindible. Un objetivo que durante 2017 les llevó a reducir la calidad del papel en el que se imprimen sus publicaciones y revisar el alquiler de su sede central, en la madrileña Avenida de San Luis. Todo para ahorrar cerca de 3 millones de euros ese primer año.

La perseverancia en este plan de austeridad no ha aflojado en estos años. Al contrario. Cada disminución en los ingresos del grupo ha ido acompañado, por norma general, de un nuevo esfuerzo económico asumido indirectamente por la plantilla. Algo más frecuente de lo que podría parecer, puesto que salvo el negocio digital, que ha mantenido una evolución positiva en los últimos tiempos, el resto de líneas ha sufrido una constante caída.

Así, esta situación de recortes sostenida en el tiempo ha permitido a la compañía reducir nada menos que en 45,7 millones de euros sus costes desde 2016. De esta cifra, 20 millones de euros se ahorraron en 2019, que terminó con unos gastos operativos de 122,5 millones. Ello pese a que este último año los responsables de Unidad Editorial expusieron a los representantes de los trabajadores las cuentas estaban por debajo de lo presupuestado durante el primer trimestre.

El rigor en la eficiencia permitió cerrar el ejercicio con la cifra de gastos más baja de la historia de Unidad Editorial, incluyendo el apartado de costes de personal, que se situó por debajo de los 74 millones. De esta forma consiguió compensar la caída de 15 millones de euros registrada en la facturación global, que llegó a los 295 millones y permitió saldar el ejercicio con un beneficio de casi 28 millones de euros.

En el año en curso lleva ajustados más de 13,1 millones de euros en costes al cierre de junio, gracias principalmente a la batería de medidas adoptadas por el grupo para paliar el impacto de la pandemia en sus ingresos.