Havas, preparada para integrarse completamente en Vivendi tras reducir su beneficio un 34%

En publicidad, las grandes compañías reaccionan como un banco de peces a las tendencias del mercado; como demuestra el hecho de que la caída en el negocio esté afectando a todo el sector, si bien no por igual.

Havas ha sido una de las últimas firmas en certificar una situación en la que muchos adivinan el ocaso del negocio de las agencias tal y como se conoce. La compañía francesa ha informado de una caída del 34% en sus beneficios del primer semestre. Ganó 54 millones de euros hasta junio. Esto es, 28 millones menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando las ganancias alcanzaron los 82 millones.

Esta reducción en las ganancias se explica, en parte, por los importantes recortes ejecutados por los anunciantes en sus presupuestos publicitarios. Como es lógico, también ha influido la pérdidas de cuentas relevantes. Sea como fuere, estos factores han dejado en agua de borrajas el aumento del 1,9% en los ingresos generados entre enero y junio, que alcanzaron los 1.108 millones de euros. Mejora que igualmente contrasta con la del 5,2% del año anterior.

El negocio ha caído en todos los mercados donde opera la agencia: desde Europa y Norteamérica, donde ha registrado una leve contracción del 0,4%, hasta América Latina y Asía (-0,8% y -0,6%, respectivamente). El descenso europeo tiene su raíz en las dificultades del mercado británico, donde la pérdida de Unilever ha provocado una contracción del 3,4% en la cifra de negocio. Por fortuna para la agencia, este impacto se ha compensado gracias a la buena evolución del negocio en Francia (+5.4%).

El presidente ejecutivo, Yannick Bolloré, ha reconocido que la unión de fuerzas representa una oportunidad «emocionante»

El presidente ejecutivo de Havas, Yannick Bolloré, ha destacado en un comunicado la desaceleración global del sector:  «Aunque el impulso del grupo es positivo, el rendimiento financiero de Havas en la primera mitad de 2017 sufrió una desaceleración que afectó a la industria en su conjunto y llevó a ingresos y rentabilidad por debajo de nuestras expectativas».

Para más concreción, Bolloré aludió al descenso en el gasto de los anunciantes, que en su opinión ha sido «mayor de lo esperado», y a la reducción en los márgenes de las agencias como fruto de las «negociaciones de contratos». A la vista de esta situación, que amenaza con agravarse en el futuro, el ejecutivo ha tocado la tecla de su máximo accionista, el grupo Vivendi, con el objetivo de hacerse querer.

«Vivendi nos proporcionará los medios estratégicos y financieros para desarrollarnos en un momento en que la industria está experimentando una rápida consolidación y se ve amenazada por la creciente competencia de empresas procedentes de otros sectores», ha reconocido en clara alusión a las consultoras multinacionales, cada vez más presentes en la publicidad.

El objetivo de ambas partes es que Vivendi integre completamente a Havas en su perímetro. Así lo anunció el grupo el pasado mes de julio, cuando se hizo con el 60% de las acciones que tenía Vincent Bolloré en la agencia a cambio de 2.300 millones de euros. Según ha reconocido el hijo del presidente del grupo de medios, la unión de fuerzas representa una oportunidad «emocionante», por mucho que en el sector miren con recelo las consecuencias derivadas de esta alianza.