Facebook pierde a su vicepresidente de Marketing de Negocio Global meses después de otras salidas clave
La estructura directiva de Facebook vuelve a resentirse con una salida importante. Mark D’Arcy, hasta la fecha vicepresidente de Marketing de Negocio Global y director creativo, deja la empresa tras una década según adelantan medios especializados y prolonga una racha de salidas de directivos clave del área comercial este año: en junio Carolyn Everson dejó su puesto como vicepresidenta de Negocio Global y en marzo había hecho lo mismo el director de Ingresos David Fischer.
D’Arcy es una voz reconocida en el ámbito de la creatividad publicitaria e inició su andadura en Facebook como director de Soluciones Creativas Globales en 2011 tras cerrar etapa en Time Warner, donde había ejercido de presidente y director creativo. Durante siete años lideró Facebook Creative Shop, el equipo interno de la plataforma en el que docenas de creativos ayudan desde 18 ciudades de todo el mundo a grandes marcas a diseñar contenido específico para Facebook e Instagram.
La red social suma tres bajas importantes en su área de negocio global a lo largo de este año.
Su aportación también incluye la fundación en 2012 de Facebook Creative Council, un colectivo formado por 14 voces creativas reconocidas del mundo de la publicidad que ofrecía consejo a la compañía para mejorar su capacidad de conectar a marcas con sus usuarios. Entre sus primeros miembros estuvo David Droga, recientemente designado consejero delegado y presidente creativo de Accenture Interactive.
En agosto de 2018 incorporó a esas funciones las de vicepresidente de Marketing de Negocio Global, para ceder a principios de este año parte de sus responsabilidades creativas a Nicky Bell como nuevo vicepresidente de Facebook Creative Shop. En esos tres años trabajó codo con codo con Carolyn Everson en el área de Negocio Global y tuvo que hacer frente desde ahí al impacto sobre anunciantes de diferentes crisis de imagen, como el escándalo de Cambridge Analytica.
El último episodio de ese tipo fue el boicot decretado por más de 1.000 compañías por considerar que Facebook no hacía lo suficiente para atajar discursos de odio. Pese a todo, la red social ha seguido aumentando su facturación, que en más de un 95% se origina en la venta de publicidad.