¿Tu cuerpo comunica lo que dicen tus palabras?

| 10 SEPTIEMBRE 2015 | ACTUALIZADO: 10 SEPTIEMBRE 2015 8:09

Por mucho que tengamos claro el mensaje que queremos decir a un cliente en una reunión o que hayamos preparado con todo lujo de detalles el discurso de una presentación, gran parte del éxito dependerá de cómo expresemos con nuestro cuerpo, pues las personas reciben información de las palabras y también de todo aquello que expresa el cuerpo. Esos detalles sutiles que a veces no tenemos en cuenta los registra la otra persona en su inconsciente y afectan a si le caemos bien, le transmitimos confianza o le producimos interés. Se calcula que el 70% de nuestro impacto cuando comunicamos procede del lenguaje no verbal: los gestos, la postura o la voz son ingredientes fundamentales para generar un buen impacto en los demás.

– La sonrisa ayuda a generar emociones. Una conferencia, reunión, presentación o cualquier conversación en la que se consiga alguna clase de conexión emocional, es más probable que se traduzca en algún resultado: una venta, un buen impacto en la audiencia, el interés por una propuesta o cualquiera que sea el propósito de la conversación o el discurso. La sonrisa es una pieza fundamental para generar ese interés emocional, siempre y cuando sea sincera y natural. Por eso siempre el primero paso es tener una actitud positiva y abierta, que ayudará a que la sonrisa venga sola y la comunicación fluya mucho mejor.

– Una voz profunda transmite confianza y seguridad. La voz se modula mucho con la respiración, con lo cual lo primero de todo es que respires antes de empezar a hablar. Eso te ayudará a relajarte y a conseguir una voz más profunda y consistente. Si quieres transmitir confianza y tranquilidad, la voz será clave.

– Los brazos abiertos son señal de apertura y naturalidad. Una persona que cruza los brazos y las piernas transmite que está cerrada, que esconde algo o que quiere tener sus reservas. Unos brazos abiertos en alguien con una buena voz puede ser la combinación perfecta para generar un ambiente de autenticidad sin parecer vulnerable. Los brazos apoyan siempre el mensaje de las palabras, siempre que se muevan sin exageraciones y que sean movimientos cortos y lo más precisos posibles.

– La mirada es esencial para dar confianza. Mirar a las personas a los ojos ayuda a generarles confianza, además de que es una forma de dar reconocimiento al otro sin las palabras. Como todo, en exceso tampoco es conveniente, ya que una mirada fija y excesiva puede hacer que la otra persona se sienta invadida e incómoda.

– Mantener el suelo firme ayuda a centrarse. Muchas personas que hablan en público o que se expresan ante un nuevo contacto que acaban de conocer en un evento de networking, ya sea por nervios o falta de práctica, tienden a mover en exceso sus piernas o brazos. Si te aseguras de mantener firmes los pies y que sean los brazos los que comuniquen, aunque sin excesos, es más fácil que tus ideas no pierdan consistencia ni foco.