7 Habilidades que te salvarán de una vida profesionalmente mediocre
Hace poco escuché a alguien decir que en realidad lo que hace falta para ser feliz y tener un gran éxito ya se sabe, el problema es que la mayoría de personas no están dispuestas a hacerlo. Todos sabemos que hacer deporte es necesario si quieres perder peso, pero lo que cuesta es cumplir el propósito, y con el éxito empresarial y profesional ocurre algo parecido, porque al final todo tiene relación con desarrollar una serie de hábitos y habilidades clave que suponen esfuerzo, salir de la zona de confort y mucha dedicación y pasión para que merezca la pena y se le gane el pulso a la pereza y el sufrimiento.
1. Resiliencia. Esta habilidad significa ser capaz de superar un bache, de levantar después de caer y hacerlo lo mejor y antes posible. Aprender a fracasar es clave para tener éxito, porque implica aprender a tiempo, no dejarse llevar por la negatividad, saber ver oportunidades en momentos de crisis y tener una autoestima fuerte para aceptar los propios errores.
2. Dilación de la recompensa. En la Universidad de Columbia en New York, se llevó a cabo un estudio con niños que consistió en ponerles un caramelo en una sala y decirles que si esperaban a que volviese el monitor se tomarían más cantidad. Algunos niños aguantaron y no fueron capaces de esperar a algo mejor, y se dejaron llevar por el impulso del momento. Con los años se hizo un seguimiento de estos niños, y se vio que en su futura vida profesional, la mayoría que había sabido esperar tenía mejores ingresos y más éxito, frente a los que habían sido impacientes.
3. Disciplina. Por muy buenas intenciones que uno tenga o incluso un talento extraordinario, sin trabajo diario no se puede lograr nada, salvo por un golpe de suerte, que sirve para un tiempo limitado pero lleva siempre consigo problemas colaterales. Gracias a una gran disciplina mental y de trabajo, Eddison se atrevió a probar más de mil veces hasta inventar la bombilla, y muchos experimentos y grandes empresas han sido también fruto de mucho trabajo constante.
4. Auto-motivación. Cuando uno sale de una conferencia, curso de formación o película puede tener muchas ganas de cambiar el mundo, pero si no hace algo para mantener ese nivel de motivación en el día a día, la rutina y los problemas cotidianos le llevarán a olvidar su propósito, sus sueños y su ilusión. Hace falta preparar para cada día diferentes recursos internos y externos para mantenerse motivado.
5. Actitud positiva. Muchas personas tienen el piloto automático de la queja, y cada vez que sucede algo, por nimio que sea, se lamentan y critican lo que sucede. Es necesario desahogarse y sacar carácter de vez en cuando, pero más vale dedicar la fuerza a cambiar las cosas y poner la atención en lo que sí funciona primero, en agradecer lo que ya se tiene, en reconocer en los demás lo que sí están haciendo bien y en disfrutar las pequeñas cosas del día a día, porque eso hará posible mejorar, crecer, construir y enriquecerse.
6. Trabajo en equipo y delegación. Dice un proverbio que “solo llegarás alto, pero acompañado llegarás lejos”, y es que hay muchas cosas que sin los demás no se consiguen, porque la unión hace la fuerza, y el capital más importante que tiene toda empresa son sus personas. Aunque trabajes como autónomo, eso no significa que no busques colaboraciones y alianzas que te permitan nutrirte de las habilidades de los demás y aportar a otros las tuyas, ya que el talento y los recursos de cada uno sumarán algo mayor.
7. Cuidado de uno mismo. Sin atención en tu cuidado corporal, en tu salud física y en la mental y emocional, es difícil que triunfes con nada, porque al poco tiempo estarás rindiendo mal, fallando a tus compromisos o encontrándote sin motivación o incluso con malestar. Cada día debes cuidar tu cuerpo y tu mente como tus mejores herramientas de trabajo, como hacen los deportistas de élite, pues así serás un profesional y una persona de primera.