Ignacio Casas: ClubHouse te da voz, así que prepárate
ClubHouse se ha convertido en tiempo récord en una de las redes sociales más trendys del planeta; todo el mundo está hablando de ella y ha sido capaz de expandirse desde Estados Unidos a Europa, en muy poco tiempo. En Europa, empezó a sonar con fuerza en Alemania y Reino Unido a principios de este año y ya está en países como Italia, Holanda, Francia o España. A esta explosión contribuyó de forma decisiva la aparición de celebridades en la plataforma. Europa no es el límite y China podría ser el próximo gigante en empezar a vivir la fiebre de ClubHouse.
Para aquellos que no sepan al 100% de lo que estamos hablando: ¿qué es ClubHouse? Se trata de una red social, solo de voz, es decir, no hay chat, no puedes mandar mensajes a otros usuarios, no hay transcripciones de las conversaciones, no puedes activar la cámara o mostrar un vídeo y ni tan siquiera puedes dar un like. Solo se puede acceder en directo -o participas en vivo, o te lo pierdes-, lo que supone una vuelta a una comunicación más lineal, y es ahí donde reside parte de su encanto. Además de todo esto, ClubHouse destaca por la facilidad de uso, la accesibilidad y las posibilidades de participación que ofrece a cualquier usuario; la primera vez que entras te parece algo completamente nuevo, pero al mismo tiempo familiar. Una vez dado de alta en la app, tan solo tienes que entrar en una sala para escuchar, y levantar la mano si crees que tienes algo relevante que decir. Al ser tan directa, ClubHouse elimina las jerarquías casi por completo, no hay marcas de verificación azules, y parece ser que no las habrá en el futuro, el control sobre quién tiene la palabra recae en los moderadores de cada sala, y esto es importante porque cualquiera puede crear sus salas. Todo se reduce a quién conoces, lo bien que te sepas relacionar y lo bien que sepas presentarte durante una charla.
Sombras: conócelas para diluirlas
A pesar de esta facilidad de uso, ClubHouse también tiene sus sombras, que no son pocas, ya que entorno a esta nueva red social surgen muchas cuestiones, relacionadas especialmente con la privacidad de los datos. En primer lugar, tienes que registrar tu número de teléfono para obtener acceso, y si quieres invitar a otras personas, debes dar a la app acceso total a tu agenda de teléfonos, lo que tiene consecuencias relevantes, ya que, al hacerlo, ClubHouse crea inmediatamente perfiles sombra por cada número guardado en tu agenda. Otros problemas pueden surgir respecto al contenido y las opiniones que se puedan llegar a expresar durante las conversaciones. La esencia de esta red social está en que todo el mundo tenga voz, pero en esa misma esencia reside su mayor peligro, ya que puede ser un entorno propicio para que los discursos de odio se abran paso en algunas salas. En este sentido y pese a que el diálogo directo entre personas parece tener un efecto de moderación y control, no es descartable que trolls y extremistas creen sus propias salas en las que el autocontrol brille por su ausencia.
ClubHouse no está disponible para todo el mundo, de hecho, solo los usuarios de móviles con iOS pueden descargarla, al menos por el momento, y para participar tienes que recibir una invitación de algún usuario registrado (cada nuevo usuario cuenta con 2 invitaciones). ClubHouse cuenta actualmente con unos 2 millones de usuarios en todo el mundo, y creciendo…. Pese a no tener, aparentemente, un modelo de monetización claro, ya está valorada en más de 1.000 millones de dólares, lo que da “pistas” de su gran potencial.
«ClubHouse es emocionante, porque se trata de un nuevo tipo de red social, diferente a cualquier otra de las que existían actualmente».
Es difícil de prever el recorrido que tendrá esta nueva red social o hacia donde evolucionará, pero lo que está claro es que ha llegado en el momento adecuado, en el que los contenidos de solo audio están de moda (podcasts, audiolibros), y cuando, a causa de la pandemia, hemos tenido que reducir al mínimo nuestras interacciones sociales. En este contexto, ClubHouse nos permite recuperar los encuentros casuales y las interacciones personales directas en un entorno virtual, permitiéndonos además participar en temas profesionales o personales, por lo que ha ocupado un vacío que la gente echaba en falta y que puede apuntarse como una de las mayores razones de su éxito.
Claves para uso corporativo
Pero, y desde el punto de vista corporativo, ¿cómo pueden las compañías sacar partido de esta red social e incorporarla a su modelo de comunicación? En primer lugar, hay que tener en cuenta que la plataforma se limita, actualmente y de manera oficial, a un uso privado. En este aspecto, las empresas podrían empezar a usarla de forma natural, a través del posicionamiento de directivos, o empleados que quieran trabajar su branding personal, trasladando una imagen positiva de la empresa, pero siempre con portavoces bien formados y preparados, con una estrategia bien planificada, y siendo conscientes de que se trata de un foro público. Lo que sucede en ClubHouse, no se queda en ClubHouse. Además de esto, podríamos destacar algunas otras formas de participar desde un punto de vista corporativo, incluyendo:
– Usándola como una plataforma para establecer contactos, en torno a temas comunes, o incluso, a través de salas privadas, para comunicación interna.
– Para desarrollar aún más el storytelling corporativo, ya que puede ser una plataforma excelente para organizar sesiones de Q&A con directivos, o incluso, para comunicación de crisis, ya que ofrece la posibilidad de comunicar de una forma rápida y directa.
– A través de actuaciones, conciertos, charlas o lecturas en directo, o para eventos con embajadores de marca.
– Colaborando con influencers o incluso con otras compañías, a través de un formato espontáneo y fresco.
En definitiva, ClubHouse es emocionante, porque se trata de un nuevo tipo de red social, diferente a cualquier otra de las que existían actualmente. Nos da la oportunidad de comunicar de una forma original y diferente, más transparente y cercana con la audiencia. En muchos momentos puede parecer una herramienta para el “postureo” y para el autobombo de ciertas personas, pero, por otro lado, es adictiva, divertida y un lugar fantástico para conectar con gente realmente interesante.